El cupón de la discordia
SÍLVIA MARIMON | Ripollet
Imagínense que tras años de levantarse a las cinco de la madrugada para ir a trabajar a la fábrica, de llegar a fin de mes a trancas y barrancas, de tener que pensárselo dos y tres veces antes de permitirse un capricho, de golpe y porrazo les caen del cielo seis millones de euros, mil millones de las antiguas pesetas. Cualquiera no se emborracha de pura felicidad y pierde el mundo de vista.