Vivienda y datos reales
El pasado día 2, el PSE acusaba en estas páginas al consejero Javier Madrazo de incumplir el Plan Director de Vivienda. El PSE nos tiene acostumbrados a las peculiares interpretaciones de cifras y datos que el Departamento de Vivienda y Asuntos Sociales ha puesto a su disposición en numerosas ocasiones. Hasta tres veces ha contestado el Departamento a preguntas parlamentarias del Grupo Socialista, insistiendo en el punto de que las viviendas sociales de promoción directa se destinan al alquiler, y no a la venta. Y al parlamentario socialista Jesús Loza se le aportó documentación detallada sobre el destino de las viviendas sorteadas en 2002 por Etxebide. Es de este documento de donde extrae el PSE la torticera conclusión de que el Gobierno vasco está incumpliendo los objetivos marcados en el Plan Director de Vivienda. El PSE mezcla y confunde promociones, por interés o ignorancia, y no distingue los códigos de los diferentes tipos de promotores, a pesar de que se les ha explicado por activa y por pasiva cúal es la situación. Este documento, que se encuentra al alcance de cualquier interesado, explica que todas las viviendas sociales promovidas directamente por el departamento y sorteadas durante 2002 han sido destinadas al alquiler, a excepción de 75. Estas excepciones corresponden a expedientes antiguos heredados de la gestión anterior, y suelen estar motivados por la inexistencia o escasez de demanda en el municipio afectado. El resto de la extraña mezcla que se esfuerza en componer el PSE contiene errores de bulto al considerar como sociales algunas viviendas que no lo son.
Por otra parte, el Plan Director no dice que todas las viviendas sociales serán en alquiler y sí establece la necesidad de impulsar decididamente las políticas de alquiler, para lo que establece tres instrumentos básicos: el destino preferente de la promoción directa del departamento al alquiler (el objetivo es de 7.200 viviendas en el cuatrienio, el 45% del programa total de edificación); el programa de Vivienda Vacía Bizigune, que pretende movilizar 5.000 viviendas desocupadas para arrendamiento, y la puesta en marcha de la sociedad Alokabide como agente semipúblico de participación en el mercado de alquiler. El departamento no sólo no incumple, sino que está alcanzando de forma más que satisfactoria los objetivos establecidos por el Plan.
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