La catástrofe del naufragio incita a Rabat a adoptar sus primeras medidas
A las costas andaluzas y canarias ha llegado este otoño una oleada sin precedentes, en esta época del año, de pateras, zodiacs..., repletas de inmigrantes irregulares. Hace 18 días tuvo lugar, además, una de las mayores tragedias de la inmigración clandestina cuando, frente a las costas de Rota, naufragó una embarcación con 50 marroquíes a bordo; hasta ahora se han rescatado los cadáveres de 36 de ellos.
Las imágenes de los cuerpos sin vida descompuestos yaciendo en las playas españolas han sido difundidas por las televisiones españolas y por varias cadenas árabes que transmiten vía satélite. Numerosos marroquíes las han visto y están conmocionados.
De ahí que el rey Mohamed VI reuniese, el lunes, urgentemente a los responsables de sus fuerzas de seguridad y de la Marina Real. El tráfico de seres humanos, recalcó, es "un atentado contra la dignidad humana y los derechos más elementales de las personas, cuya desesperanza y aspiración a una vida mejor son explotadas sin escrúpulos por redes criminales".
La Fundación Hassan II ofrece hacerse cargo de la repatriación de los cadáveres
El monarca no sólo quebró el espeso silencio, sobre la tragedia, del Gobierno y de los partidos políticos marroquíes; dio instrucciones para que se creen dos nuevos órganos de lucha contra la emigración irregular.
La primera decisión real consiste en crear un nuevo cuerpo policial, que se llamará Dirección de Migraciones, que desarrollará "una estrategia nacional de lucha contra las redes de tráfico de seres humanos". Contará con delegaciones en siete capitales de provincia y con antenas en varias pequeñas localidades.
También será puesto en pie en breve, y ésta es la segunda decisión real, un Observatorio de las Migraciones encargado de centralizar toda la información disponible sobre este fenómeno y de proponer una estrategia para encauzarlo.
La Fundación II, una institución vinculada al palacio real marroquí, se hará cargo, además, de la repatriación de los cadáveres de los ahogados que hayan sido identificados por sus familiares. Algunos tienen previsto llegar a Algeciras el viernes. Hasta ahora, la repatriación corría por cuenta de las familias, que solían renunciar a ella porque carecían de medios.
Rabat anunció ayer, por último, que el 18 y el 19 de noviembre tendrá lugar la ansiada visita a Madrid del ministro de Interior, Mustafá Sahel. Éste se comprometió a viajar a España hace siete meses, según fuentes diplomáticas españolas, pero no acababa de proponer fechas.
Su desplazamiento debería servir para zanjar el contencioso sobre la repatriación de los miles de subsaharianos que desembarcan ilegalmente en las costas españolas procedentes de Marruecos. Más de 1.600 solicitudes de repatriación han sido rechazadas en los nueve primeros meses.
Rabat rehúsa readmitirlos porque, alega, las autoridades españolas no pueden demostrar que proceden de sus costas. Un coronel de la Gendarmería explicó a la prensa marroquí que una parte de los subsaharianos eran trasvasados, en medio del Estrecho, de grandes cargueros a pateras.
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