"En Perú se existe entre victimarios y víctimas"

Está en los dos frentes. Peter Elmore (Lima, 1960) es crítico literario y narrador. Autor de las novelas Enigma de los cuerpos (Peisa, 1995) y Las pruebas del fuego (Peisa, 1999), además de varios ensayos literarios. Es profesor de literatura contemporánea en la Universidad de Colorado (Estados Unidos).

PREGUNTA. ¿Cree que hay una literatura peruana de la diáspora de los últimos 20 años?

RESPUESTA. No, no creo que haya una literatura peruana de la diáspora, aunque no somos pocos los escritores expatriados. Hasta los años sesenta del siglo pasado, Perú era un país que recibía inmigrantes, pero en la actualidad el 10% de su población vive en el extranjero. De ese vuelco, me parece, sólo da cuenta en parte la narrativa peruana de los últimos veinte años. Quiero notar, de paso, dos fenómenos curiosos: el primero es que, antes, solían salir de Perú solamente los intelectuales y los artistas (pienso, por ejemplo, en Vallejo y en Julio Ramón Ribeyro), con lo cual la emigración significaba muy poco estadísticamente, pero mucho en términos de la cultura; el segundo es que, ahora, muchos de los que vivimos fuera pasamos temporadas más o menos largas en Perú y mantenemos un contacto muy vivo con el presente del país.

P. Sus novelas se desarrollan en un clima de violencia. ¿Cómo ha quedado reflejada la guerra de estos años en la literatura peruana y qué le ha movido a escribir sobre ello?

R. Mis novelas se desarrollan en un clima de violencia, creo, por la misma razón por la que sus personajes viven bajo un cielo nublado y respiran un aire con el 90% de humedad: tanto Enigma de los cuerpos como Las pruebas del fuego transcurren en Lima. Además, la relación entre victimarios y víctimas marca la existencia del país y define las biografías de muchos de sus ciudadanos. No me refiero sólo a la violencia política -aunque no me olvido del fuego cruzado entre el terrorismo senderista y la represión estatal en los ochenta y después-, sino al maltrato racista y los hábitos autoritarios en la vida cotidiana. Pero ahí no acaba la historia, porque también me importa hacer notar esas reservas de buen humor, ingenio y dignidad que, en medio de todo, enriquecen y redimen a Perú.

P. ¿Qué autores peruanos actuales destacaría?

R. Mario Vargas Llosa es nuestro mejor novelista: que ése sea un lugar común no lo hace menos cierto. También tengo que mencionar a Miguel Gutiérrez, sobre todo por La violencia del tiempo, y a Edgardo Rivera Martínez, en particular por El libro del amor y de las profecías.