El Tribunal de Cuentas examinará las finanzas de la Escuela de Artes Circenses de Granada

La Escuela de Artes Circenses de Granada, también conocida como el Circo de las Artes, se ha convertido en el circo de los líos. El Tribunal de Cuentas determinará si también se ha convertido en el circo del derroche. Ayer, el consorcio de este Circo de las Artes decidió encargar una auditoría al Tribunal de Cuentas para determinar si la gestión económica realizada por el director gerente, Antonio Albadalejo, ha sido correcta. El concejal de Presidencia, Sebastián Pérez (PP), aseguró que algunos gastos y actuaciones son "preocupantes" y "gravísimas si se confirman".

El Circo se inauguró el 28 de abril de este año con la intención de convertirse en una escuela internacional de circo. Seis meses después, la única actividad del recinto son unos talleres para niños que comenzaron hace una semana, a iniciativa del gerente y sin el conocimiento de sus patrocinadores. El jueves, una entidad privada arrendó las instalaciones para ofrecer un espectáculo de circo.

El concejal Sebastián Pérez, representante del Ayuntamiento en el consorcio que gestiona la escuela circense, afirmó que un informe sobre los gastos motivó la auditoría, para comprobar "si el dinero público se ha gestionado mal y no ha tenido el uso que debería haber tenido". Pérez no quiso hacer público el informe en su totalidad, pero sí dejó caer algunos ejemplos del supuesto derroche. Citó el caso de la compra de una motocicleta "pero no para hacer cosas sobre un alambre", dijo, sino para trasladarse por la ciudad. El concejal recordó también que el sueldo del gerente alcanzaba los 3.000 euros mensuales. Todo desproporcionado, aseguró, teniendo en cuenta la nula actividad de la institución. El gerente, según Pérez, reconoció haber dedicado 480 euros para una moto "de segunda mano, porque el tráfico de la ciudad es muy malo".

El edil popular añadió que hay un "dato muy preocupante, si se confirma". Supuestamente, Antonio Albadalejo es, además de gerente del circo granadino, gerente de una empresa en Barcelona llamada Anexa, de la que se ha servido para suministrar algunos servicios al circo. Albadalejo reconoció que había utilizado su empresa "para conseguir algunos servicios de personal y asistencia".

A la espera de lo que determine a este respecto el Tribunal de Cuentas, Pérez aseguró que "moral y éticamente no es una actuación correcta porque no se puede ser juez y parte". En cualquier caso, el concejal consideró que se había realizado una "gestión nefasta" desde todos los puntos de vista.

La Escuela de Artes Circenses de Granada está regida por un patronato en el que están representados los patrocinadores: Ayuntamiento (37,5%), la Diputación Provincial (37,5%), y las dos cajas de ahorros granadinas, la General y la Rural, cada una con un 12,5%.

La reunión del consejo rector de este consorcio tenía ayer, oficialmente, la intención de nombrar a los nuevos representantes tras las últimas elecciones generales, en las que el Partido Popular se hizo con el poder. Lo cierto es que la mayor parte de la reunión, a la que también asistió el director gerente, se consumió en interrogar a éste sobre su actuación en los últimos seis meses.

La situación en el circo es extremadamente complicada y ni siquiera hay claridad en los números más gruesos. Así, las cifras de gasto total desde el primer día hasta ahora, incluyendo la construcción, fluctúa según quien la mencione entre uno y 1,4 millones de euros. Por todo ello, el presidente de la Diputación, Antonio Martínez Caler, aseguró ayer que su institución "se replantearía su permanencia en el consorcio" si del informe auditor se desprenden irregularidades o la Diputación considera que no es una actividad digna de su patrocinio.

La Caja Rural ha notificado al resto de miembros del consorcio que asumirá sus compromisos presupuestarios para este año, pero que no seguirá como patrocinador del circo.