Apariencias que engañan
Tiene un magnético, impresionante, arranque esta peripecia criminal, el debú en la realización comercial de un documentalista, Robby Henson, que por lo que aquí se aprecia tiene algo más que buen oficio. En él, un cadáver no es de quien parece; un sheriff no es tan honrado como sugiere su talante; una hermosa mujer dista mucho de ejercer de dulce musa, y hasta un juez tiene algún que otro asuntillo sucio bajo la alfombra. Y, sin embargo, cuando el filme concluye deja un extraño desasosiego, no tanto por lo que se ha visto -que también- cuanto por lo que prometía su arrebatadora primera mitad, y que termina diluyéndose un tanto en el tercio final.
Como tantos otros grandes argumentos del cine criminal americano, aquí la cosa también va de un individuo que, a pesar de su poder aparente, se ve de golpe, y sin darse cuenta de cómo, apartado del tal poder por: a) éste no era tal; b) ya no le sirve a quienes le han aupado hacia su sillón de sheriff; c) tiene en su pasado numerosas cosas de las que arrepentirse; y d) como al fin y al cabo estamos en el viejo, racista e inmóvil sur estadounidense, lo que parece terminar imponiéndose es un statu quo tan inamovible como, es obvio, ultraconservador.
AL CAER LA NOCHE
Dirección: Robby Henson. Intérpretes: Billy Bob Thornton, Patricia Arquette, William Devine, Tom Bower, Jena Malone. Género: criminal, EE UU, 2002. Duración: 103 minutos.
Con este argumento Henson construye una película que tiene tantas puntas que, a la postre, le resulta imposible cuadrarlas todas en una solución satisfactoria. En todo caso, se deja ver por su pesada atmósfera criminal, su amenazante investigación y su crítica de costumbres, amén de por sus actores, entre los que Thornton y Arquette, pero no sólo ellos, se lucen a modo.
Babelia
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