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Azkuna logra aprobar sus primeros presupuestos tras cinco años como alcalde

El alcalde consigue aprobar sus primeras cuentas después de cinco años en el cargo

Iñaki Azkuna consiguió ayer, en su quinto año como alcalde de Bilbao, aprobar su primer presupuesto municipal propio. El equipo de gobierno, formado por PNV, EA e IU, no aceptó ninguna de las enmiendas presentadas por la oposición popular y socialista y las cuentas quedaron aprobadas con los únicos votos del tripartito. Azkuna precisó que los presupuestos pretenden evitar un "Bilbao de doble velocidad" y destacó las partidas destinadas a acción social y vivienda. Populares y socialistas coincidieron en calificar al presupuesto de "continuista".

En apenas dos horas y media, el primer edil bilbaíno consiguió la ratificación de un asunto que se le había convertido en una auténtica obsesión: que el Ayuntamiento funcione con unos presupuestos aprobados. Bilbao ha sido la única capital vasca en la historia de la democracia que ha permanecido un mandato completo con las cuentas prorrogadas.

Por eso, tras el rápido pacto de gobierno -se cerró en junio, sólo tres semanas después de las elecciones de mayo-, la prioridad de los tres partidos ha sido la presentación de las cuentas en los plazos estipulados para que entren en vigor el próximo 2 de enero, un hecho que nunca se ha producido en el consistorio bilbaíno en los 24 años de democracia. "Le hemos imprimido velocidad y puede que haya algunos defectos y lagunas", comentó el alcalde al finalizar el pleno extraordinario que aprobó las cuentas. Azkuna destacó que se prioriza la mejora de los barrios "para que no haya un Bilbao de doble velocidad", que el área de Acción Social "se lleva una cantidad de dinero" importante -29,4 millones de euros- y el "esfuerzo en vivienda", que tendrá una partida de 19,30 millones de euros, 43 veces más que la disponible hasta ahora.

El debate en el pleno se desarrolló sin apenas crispación y con agilidad. El PP fue más beligerante al pedir la dimisión de la concejal de Hacienda, Isabel Sánchez Robles, a quien acusó incluso de propiciar la ilegalidad de las cuentas. "Falta la presentación de los presupuestos a los consejos de distrito [los barrios], lo que puede provocar la nulidad", apuntó el edil popular Carlos David García. Este corporativo habló de "chapuza" y "continuismo" y criticó que esté avalado por "políticos que apoyan el plan Ibarretxe". Tanto la enmienda a la totalidad de esta formación como la de los socialistas fueron desestimadas por las tres formaciones del gobierno local.

"Prisas" para la aprobación

Los socialistas, que además habían formulado 12 enmiendas parciales, criticaron que "las prisas" para la aprobación han hurtado el debate y calificaron el documento de "regresivo", "mimético" y carente de un "modelo de ciudad integral", dijo su portavoz, Dimas Sañudo.

El representante del PSE incidió en que no existe una partida suficiente para el servicio de ayuda a domicilio e instó a un endeudamiento de 22,3 millones de euros -no se incluye ninguna emisión de deuda en 2004- para acometer diversos proyectos, como un nuevo Palacio de Deportes, la línea 3 del Metro, la construcción de dos centros cívicos, la recuperación de una cantera u otras actuaciones en los barrios.

La concejal de Hacienda replicó que el Ayuntamiento prevé endeudarse en los próximos años. "Este ejercicio es de planificación y los próximos serán de ejecución y necesitaremos recursos", señaló Sánchez Robles. Descartó las peticiones socialistas porque no se han "presupuestado cosas que no se pueden atender". Incluso afirmó que algunas de las peticiones del PSE se habrían incorporado al proyecto "si se hubieran trabajado" con el equipo de gobierno. Sin embargo, "no nos han llamado", precisó. Al final de la sesión, Sánchez Robles volvió a lanzar un guiño a los socialistas: "Deben dar algún paso para encontrarnos. Acérquense sin miedo, que estamos dispuestos a trabajar y es bueno para Bilbao y Euskadi".

Nacionalistas e IU defendieron la bondad de las cuentas, a las que definieron como "las mejores posibles". José Manuel Uribarri, de EA, indicó que "muchas de las enmiendas" de los socialistas serán atendidas durante este mandato, mientras que Julia Madrazo, de IU, resaltó que los presupuestos son "una oportunidad para la estabilidad y dar un imagen de normalidad institucional". El peneuvista Ibon Areso, quien subrayó que no "hay ninguna partida para el plan Ibarretxe", valoró como el alcalde que las cuentas significan que "no hay un Bilbao de dos velocidades".

Con la aprobación en el pleno, Bilbao tendrá en 2004 casi 394 millones de euros de presupuesto, un 7,7% más de lo que ha dispuesto este año tras las ampliaciones de capital realizadas sobre las cuentas prorrogadas.

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