Carod advierte de que Esquerra no se siente obligada a pactar con el partido que gane las elecciones

Tanto si el día 16 gana las elecciones el socialista Pascual Maragall como si las gana el nacionalista Artur Mas, Esquerra Republicana (ERC) no se siente en absoluto obligada a apoyar al que haya ganado. Y si no hay mayoría absoluta, como parece probable, estará dispuesta a abrir negociaciones con cualquiera de los dos partidos, si éstos lo pretenden. Lo dijo ayer el líder de ERC, Josep Lluís Carod, en una conferencia en Barcelona, en la que también se declaró dispuesto a entrar en un gobierno del PSOE si éste acepta el federalismo.

Algunas encuestas apuntan a que ERC puede tener la posición de bisagra en el nuevo Parlamento y escoger entre hacer presidente a Pasqual Maragall o a Artur Mas. Otras indican, en cambio, que CiU y ERC no llegarían a la mayoría absoluta. Pero la dirección de ERC se ha conjurado para no despejar antes de las elecciones la incógnita sobre sus preferencias.

En el almuerzo con Carod organizado ayer por Tribuna Barcelona, una de las asistentes pidió al líder republicano que aclarara de una vez si su partido apuesta por un Gobierno de izquierdas con el PSC e ICV o por un Gobierno con la derecha nacionalista, con CiU. Fue en vano. Como lo ha sido hasta ahora en cuantas conferencias de prensa ha sido formulada la misma pregunta.

Los republicanos ponen algunas condiciones, no ya para formar mayoría parlamentaria y gobierno, sino para sentarse a negociar. La primera es introducir "transparencia absoluta" en las relaciones entre la Administración con las empresas privadas. Carod reiteró ayer esta condición ante una audiencia en la que se contaban representaciones de muchas empresas que contratan con la Generalitat. Y esto quiere decir, precisó, que debe terminar la práctica de pagar comisiones a los partidos del Gobierno a cambio de concesiones y contratas. Entre otras razones, agregó, porque esta práctica "impide que todos los partidos estén en igualdad de oportunidades".

La otra condición destacada por Carod como previa al establecimiento de negociaciones para formar Gobierno es la renuncia de la otra parte a que la nueva mayoría incluya al PP. Y, en lo que apunta directamente al escenario español posterior a las legislativas de marzo, a que esta otra parte renuncie también a apoyar un Gobierno de España del PP.

Esta es una condición pensada para condicionar y al mismo tiempo hacer posible un pacto con CiU. Pero está también relacionada con las responsabilidades que, más allá de seguir propugnando la independencia de Cataluña, ERC está dispuesta a asumir en el escenario político español. Carod afirmó que, como durante de la década de 1930, ERC está dispuesta a un pacto de Estado que reconozca la plurinacionalidad y a actuar luego lealmente en consecuencia. "Pero ¿conocen a alguien que quiera federarse con Cataluña?", preguntó.

A todo esto añadió el líder republicano que a su juicio "es obvio que a quien le correspondería abrir el diálogo" es al partido socialista. Pero se mostró escéptico. Para tomar una iniciativa de este tipo, explicó, el PSOE tendría que superar "la alergia a la diversidad y un cierto anticatalanismo" imperante en la sociedad española y, por lo tanto, alejarse de su centralidad política. No obstante, lanzó su oferta: "Quiero, espero, deseo que alguien nos dé un motivo que haga atractiva la permanencia de Cataluña en el Estado español". Si este motivo existiera, agregó, Esquerra "está dispuesta a jugar, como lo hizo durante la República". Y a ir tan lejos como fue hace ya setenta años. "Si para el reconocimiento de la España plurinacional hiciera falta votar la investidura de un presidente y tener ministros en el Gobierno de España, como en 1930, lo hariámos", aseguró.