En Internet el poder está en los marginados
SEÑAL DE LOS PROFUNDOS cambios traídos por la tecnología, se modifican nociones tan cardinales como la relación entre mayoría y minoría. Si hemos de creer a los tecnófilos más avanzados, hasta la cuestión del poder no se plantea de la misma manera para los marginados.
"Se debe siempre preguntar en qué contexto una minoría está definida", afirma J.C. Hertz, célebre autora de un libro sobre juegos electrónicos (Joystick Nation) y ex columnista del New York Times. "¿Se trata de una población o de una cultura?", pregunta antes de agregar: "La respuesta varía en función de su presencia en la red".
Hertz era la principal oradora de una conferencia organizada en la Universidad de Stanford para debatir sobre cómo "La conectividad global, la tecnología y los medios de comunicación pueden alterar nuestras ideas del paradigma minoría/mayoría, en particular cuando una comunidad minoritaria usa medios globales para conectarse a una mayoritaria en otro país".
"Hoy día se puede ser mayoría o una minoría bien coordinada. La coordinación se impone a la cantidad, el efecto de red le da fuerza real a un grupito bien conectado".
"Uno puede ser un fan de la tecnología (geek) minoritario en su escuela y pertenecer a una imponente mayoría en línea", precisó. En la medida en la cual "la frontera entre lo virtual y lo real se está desdibujando", poder conectarse a una amplia comunidad virtual puede cambiar muchos cosas en la vida real.
"La tecnología cambia la eficacia relativa de la distinción mayoría/minoría", nos precisó J.C. Hertz en una entrevista posterior. "Hoy día se puede ser mayoría o una minoría bien coordinada. La coordinación se impone a la cantidad, el efecto de red le da su fuerza real a un pequeño grupo bien conectado".
La cuestión del poder está así replanteada. Toda una escuela de analistas de Internet está convencida que en las redes, el poder se encuentra en la periferia, "independientemente de si hay centro o no", precisa Hertz. "La cuestión de los márgenes se vuelve esencial. Se suele usar la noción de marginalización para indicar una pérdida de poder; pero cuando las tecnologías en red juegan un papel preponderante, buena parte de él se encuentra en los márgenes. Ser marginado indica entonces algo muy diferente. Ya no tiene las mismas implicaciones".
En las tecnologías de la información y la comunicación, la arquitectura P2P (de particular a particular) permite la comunicación directa entre usuarios ubicados en los márgenes sin pasar por el centro. La eficacia del programa Spamnet que detiene el correo electrónico no solicitado gracias a la colaboración de miles de usuarios es un ejemplo de ello.
Muchos estudios concluyen que en el campo de la innovación también el poder se encuentra en los márgenes debido a la pobre tolerancia hacia la ambigüedad por parte de las estructuras establecidas.
En materia comercial, Amazon, eBay y Google han sabido mejor que otras dejar algo de poder a la periferia. Amazon utiliza los comentarios de los usuarios para incitarnos a comprar.
En la política, Howard Dean le debe a sus partidarios dispersos el haber sido propulsado (por ahora) a la primera posición entre los candidatos a la candidatura demócrata. El secreto, según un artículo de Lawrence Lessig publicado en la revista Wired en noviembre, radica en parte en la forma en la cual los organizadores de su campaña dejan que se expresen miles de partidarios en sus blogs, o cuadernos de bitácora en Internet. "Para lanzar una organización que aproveche la tecnología", escribe, "se necesita un estilo que permita que se formen un millón de ideas en la espuma de la contienda. Y este estilo requiere la renuncia a algo de control".
Sería peligroso, sin embargo, concluir que las redes son naturalmente democráticas. Se da una tensión entre el poder de los márgenes y lo que se suele llamar la Ley de Potencia, según la cual, en Internet por ejemplo, un número muy reducido de sitios atrae lo esencial del tráfico. "Asumir que Internet es un igualador es una creencia liberal; pero no necesariamente cierta", advierte Hertz.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.