La lucha de clases
Un estudiante preguntó ayer a Josep Lluís Carod, en un acto celebrado en la Universidad Autónoma, si "cree" en la lucha de clases. Había unos 400 estudiantes, entre los que una veintena desplegaron una pancarta contra ERC y se dedicaron a mostrar ruidosamente grandes tarjetas rojas cada vez que el candidato republicano decía algo que no les gustaba.
La respuesta de Carod tuvo miga. "Yo soy de pueblo, de clase baja y de nación oprimida. Por lo tanto, no puedo tener los mismos intereses que Artur Mas, Pasqual Maragall y Josep Piqué", dijo. Después añadió que es hora de que el Gobierno de Cataluña deje de estar en manos de las mismas familias de clase alta "que han dirigido el país durante el último siglo".
Ésta es precisamente, añadió Carod, una de las características que ha de tener un cambio político en Cataluña. El cambio ha de expresar, dijo, "la alianza de los sectores populares y clases medias autóctonas con los descendientes de las oleadas de nuevos catalanes". Todos estos sectores tienen los mismos intereses, afirmó, "y como tenemos los mismos intereses y somos la mayoría, ha llegado la hora de que tengamos el gobierno".
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