Pasteleo en la Junta
Es bien sabido que las ofertas de empleo público (OPE) de la Junta de Andalucía son un auténtico jeroglífico, por la forma de aprobarse, de diseñar las convocatorias, de definir el apellido de las plazas que salen a concurso, etc. Cabría un tirón de orejas doblemente; de un lado a nuestros administradores públicos y de otro a los agentes sociales. A nuestros gobernantes porque no todo en una OPE es publicarla en los presupuestos, sino que hay que garantizar la efectividad de la misma en clave de creación real de empleo, con igualdad de oportunidades tanto para el interino como para el ciudadano de a pie. A los sindicatos se les puede exigir mayor responsabilidad. Su parcialidad manifiesta, habida cuenta que su existencia se debe en buena parte a los fondos públicos. Se pueden abanderar los intereses de los interinos de un lado pero no conculcando los del ciudadano.
El empleo público pasa por los concursos de mérito, concurso-oposición y oposición, cada uno en su momento, pero no podéis dejar al ciudadano desempleado que siga pagando los platos rotos de toda esta historia. Los agentes sociales no deben olvidar nunca el camino que guía sus pasos, porque entonces todos los caminos les llevarán al mismo sitio: Al pasteleo.
