Eleko Botuna / JAVIER HERNÁNDEZ
De la patera a la cancha
DANIEL BORASTEROS | Madrid
Eleko Botuna nació en un suburbio de Kinshasa, la capital del Congo, hace 27 años. Tiene los dedos largos y rugosos, propios de un jugador de balonmano, surcados por cicatrices blanquecinas que resaltan en su piel oscura. Hace cuatro años, en 1999, decidió marcharse de su país. En septiembre de 2002 una frágil embarcación de madera a la deriva le llevó hasta las costas de la isla canaria de Fuerteventura.