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Reportaje:

La preciada cita marroquí

El Gobierno acude a Rabat con un programa de ayudas y canje de deuda para fortalecer la colaboración política y económica

El presidente Aznar acudirá a la Cumbre Hispano-Marroquí de Rabat, que en principio se celebrará los días 8 y 9 de diciembre, con un paquete de ayudas por 350 millones de euros, un programa de canje de deuda por 40 millones, y la candidatura española para participar en las infraestructuras del Mundial de Fútbol de 2010 que aspira a organizar Marruecos y que exigirá 2.150 millones de inversión.

Marruecos afronta un gigantesco plan de infraestructuras hasta 2010, y estima en 2.150 millones las inversiones destinadas al Mundial de fútbol
Madrid y Rabat quieren superar definitivamente la ruptura diplomática sobre el acuerdo pesquero y el incidente del islote de Perejil en 2001
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Repsol YPF, Fades y Altadis

El presidente Aznar ha movilizado a todo el equipo económico del Gobierno para recuperar, con urgencia, y por la vía de la cooperación, el clima de entendimiento y buenas relaciones con Marruecos, previo a la ruptura diplomática sobre el acuerdo pesquero y al posterior incidente del islote de Perejil en el verano de 2001.

El peso de los intereses económicos (Marruecos es nuestro primer cliente en África, con unas exportaciones hasta julio por valor de 1.128,6 millones de euros y un crecimiento interanual siete veces superior al conjunto de las ventas exteriores españolas), la presión de los empresarios (en Marruecos están instaladas más de 800 empresas con una inversión acumulada de 450 millones en los últimos 10 años), y el ambicioso programa de infraestructuras del Gobierno magrebí con el horizonte de 2010, son razones suficientes como para iniciar una ofensiva en toda regla, cuya culminación tendrá lugar previsiblemente el 8 y 9 de noviembre, con ocasión de la Cumbre Hispano-Marroquí, en Rabat.

Una reunión de alto nivel, prevista inicialmente para la segunda quincena de octubre, que fue aplazada por "problemas de agenda" según la versión oficial, a la que asistirán Aznar y los ministros más representativos de su Gabinete.

Desde Madrid, se trabaja intensamente para asegurar el éxito de la reunión, máxime tras conocerse el encuentro que el rey, Mohamed VI, mantuvo con el presidente francés, Jacques Chirac, en la primera semana de octubre y que ha levantado algunas suspicacias en La Moncloa. Por ello no se van a regatear esfuerzos ni recursos, y el Ministerio de Economía está ultimando un nuevo acuerdo de cooperación financiera por el que España va a poner a disposición del Gobierno de Rabat 350 millones de euros para financiar proyectos de desarrollo social, inversiones privadas y planes de infraestructuras y equipamiento en zonas estratégicas de Marruecos.

La instrumentación de las ayudas se hará mediante créditos concesionales con cargo al Fondo de Ayuda al Desarrollo (FAD), y créditos comerciales en condiciones OCDE. El acuerdo, que puede entrar en vigor a partir del 1 de enero, sustituirá al que caducó en diciembre de 2001, por importe de 900 millones de euros, de los que una parte sustancial (más del 50%) no se utilizó por la demanda marroquí de que las empresas locales pudieran también ser beneficiarias de los contratos formalizados al amparo de la ayuda española. Un escollo que quedará solventado en el nuevo protocolo.

Deuda contra terrorismo

A las ayudas financieras se añadirá también la formalización de un programa de conversión de parte de la deuda oficial de Marruecos en inversiones españolas por un importe de unos 40 millones de euros. Será el cuarto programa de canje de deuda entre los dos países, tras el éxito de los firmados en 1996, por 37,56 millones; en 1997 por 27,80 millones; y en 2000, por 45,2 millones; todos ellos agotados por una demanda empresarial que superó las expectativas.

La principal novedad de esta nueva operación radica en el interés mutuo de dedicar parte de la deuda reconvertible a financiar los programas de seguridad y lucha antiterrorista que prepara el Gobierno de Rabat como respuesta a los atentados de la primavera en Casablanca, que constaron la vida a 45 personas (cuatro españolas) y a la radicalización de los movimientos islámicos integristas.

Aznar quiere relanzar también las conversaciones con el primer ministro marroquí, Driss Jettu, para colocar a las empresas españolas en posición de privilegio para acceder al programa de modernización de las infraestructuras del país norteafricano que prevé cuantiosas inversiones en puertos, aeropuertos y carreteras hasta 2010, año en que el Marruecos aspira a organizar la fase final de la Copa del Mundo de Fútbol. España ha sido el primer país europeo en apoyar oficialmente su candidatura y su voto arrastrará posiblemente el apoyo del bloque Latinoamericano que puede ser decisivo para decantar el Mundial hacia el lado magrebí en detrimento de Suráfrica, que se prevé será su gran rival.

El Comité Oficial de Marruecos ha estimado en 2.150 millones las inversiones necesarias sólo para las infraestructuras relacionadas con el acontecimiento (750 millones para la renovación o construcción de estadios). Por este motivo y como preparación de la cumbre, el ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos viajó a Rabat a finales de septiembre, al frente de una delegación de las principales constructoras españolas en la que figuraban responsables de FCC, Dragados, Sacyr, Vallehermoso, Acciona, ACS, Indra, Ineco, Prointec y Getinsa, entre otras.

Pero la ofensiva española hacia Marruecos no se para sólo en los grandes proyectos. Las organizaciones empresariales y la cultura acompañan también el esfuerzo del área económica del Gabinete. Coincidiendo con el viaje de Álvarez-Cascos, la CEOE y el Consejo Intertextil Español, apoyados por el ICEX, llevaron a 37 empresas españolas a Tánger para participar en un Foro de Inversiones destinado a estudiar proyectos de instalación de fábricas o subcontratación en territorio magrebí, siguiendo en ejemplo de firmas líderes como Zara, Mango o Pulligan.

En las mismas fechas la ministra de Educación, Cultura y Deporte, Pilar del Castillo, visitaba los terrenos en los que se construirá el nuevo instituto español Lope de Vega, en Nador, que con una inversión prevista de cinco millones permitirá triplicar sus más de 300 alumnos matriculados hoy.

Emigración y contrabando

Desde el lado marroquí también se han empezado a tender lazos hacia España a iniciativa del primer ministro Jettu, quien el pasado 5 de junio daba el primer paso al reunirse con Aznar en la finca toledana de Quintos de Mora. Como continuación de esta entrevista el ministro de Asuntos Económicos y de Reforma de la Economía, Abderazzark El Mossadeq, se reunió en Madrid, a finales de septiembre, con un centenar de empresarios a los que invitó a invertir en su país, no sólo en las grandes infraestructuras, sino también en turismo, componentes electrónicos y de automóvil, aeronáutica, textil y agricultura.

La emigración clandestina será también objeto de debate. Rabat ligará esta cuestión a la lucha contra el contrabando desde Ceuta y Melilla, una actividad que, en cifras oficiales de Marruecos, genera un negocio de 1.500 millones anuales, equivalente al 50% del comercio bilateral entre ambos países, que en 2002 alcanzó un valor de 3.061 millones de euros.

Los datos del Ejecutivo marroquí estiman que, en términos de empleo, este comercio ilegal genera una pérdida de 450.000 puestos de trabajo en el país, cifra 10 veces superior a la de las personas que habitualmente viven de esta actividad, por lo que, en palabras de El Mossadeq, "la erradicación del contrabando ayudará a combatir la emigración clandestina".

Driss Jettu, primer ministro marroquí.
Driss Jettu, primer ministro marroquí.ABDELHAR SENNA

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