La escasa inversión en I+D lastra la economía catalana, según el Colegio de Ingenieros Industriales

Cataluña no es la primera comunidad española ni en investigación, ni en desarrollo ni en innovación. La media española dedicada a I+D (investigación y desarrollo) es del 0,96 respecto al PIB. Cataluña se sitúa en el 1,10; Madrid llega al 1,75% y el País Vasco, al 1,38%. En el índice global de competitividad, Cataluña, con un 52 sobre la base 100, se sitúa en el puesto número 20 de los países y regiones europeos, muy lejos de Finlandia, que ocupa el primer lugar. Un estudio del Colegio de Ingenieros Industriales de Cataluña concluye que la economía está lastrada por la escasa inversión en I+D.

La situación de I+D en Cataluña mueve a sensaciones que van de la preocupación al pesimismo. Ésa es la síntesis hecha por Josep Maria Vegara, presidente de la Comisión de Política Industrial e Innovación Tecnológica del Colegio de Ingenieros Industriales de Cataluña, de un informe elaborado por Isabel Busom, del Departamento de Economía Aplicada de la UAB. Se trata de un encargo del colegio, cuyos datos éste asume, según afirmó ayer su decano, Àngel Llobet. "La investigación tecnológica incide en el crecimiento económico y de ella depende directamente el dinamismo de la economía", afirmó Llobet, que cree que la situación presenta "factores de preocupación".

Vegara, que ha participado en el estudio como representante de los ingenieros, asegura que la perspectiva de que Cataluña llegue a invertir en I+D el 3% del PIB es problemática, salvo que empiecen a aplicarse en ello tanto las administraciones como las empresas.

Entre los síntomas preocupantes, el estudio detecta el bajo nivel de conocimiento de los estudiantes españoles al llegar a los 15 años. Se sitúan por debajo de la media europea tanto en dominio de las matemáticas como en lectura o conocimiento de las ciencias. En España lo consiguen el 30,3%, pero sólo el 21% logran una licenciatura en ciencias o ingeniería y la formación profesional sigue siendo un área minusvalorada.

Si Cataluña se compara con el resto de España, queda en un relativamente honroso tercer lugar (por detrás siempre de Madrid y, la mayoría de veces, del País Vasco), pero si lo hace con el conjunto de regiones europeas la situación es mucho peor. El estudio recoge datos de la Unión Europea que ponderan la situación en educación superior, gasto empresarial y público en I+D y patentes de alta tecnología.

En España dispone de educación universitaria el 23 por 1.000 de la población; en Berlín, el 33,6; en Escocia, el 30,6; en la región de Estocolmo, el 30,1 por 1.000. Las patentes solicitadas por cada millón de habitantes sitúan a Cataluña a la cola de casi todas las regiones europeas industriales, con 5,1 por millón. Madrid está en 9,1, pero Uusimaa (Finlandia) se coloca en 187,8; Noord Brabant (Holanda) alcanza las 163; Babiera, llega a las 88,8 y Estocolmo, a las 150.

El gasto empresarial catalán en I+D es el 0,69% del PIB; el de Madrid, el 0,85% y el del País Vasco, el 0,99, muy lejos de Estocolmo (3,88%), Badel-Würtemberg (2,9%), Sydesverige, en Suecia (2,81%) o Pohjois-Suomi, en Finlandia (2,79%). No va mejor la inversión pública. Cataluña llega al 0,38%, mientras que hay diversas regiones europeas que superan el 2% y bastantes se hallan entre el 1% y el 2%.

Con estos datos se ha elaborado un índice regional ponderado que tiene en cuenta la situación del territorio en comparación con una media hecha con datos nacionales y europeos. Cataluña alcanza una puntuación de 101, a mucha distancia de Estocolmo (225) y Sydsverige (143), ambas en Suecia, o las regiones finesas francesas y alemanas, que rondan o superan los 150 puntos. La repercusión en la economía se aprecia al analizar la competitividad media. Cataluña se sitúa en el puesto 20 de Europa con un índice (52) detrás de Finlandia (100), Irlanda, Estonia o la región Rhone-Alps (Francia).