El Baluarte ultima su bautizo
El nuevo y espectacular Auditorio de Navarra, diseñado por Patxi Mangado, se inaugura oficialmente mañana
El Baluarte, el nuevo Auditorio y Palacio de Congresos de Navarra diseñado por el arquitecto Patxi Mangado en el corazón de Pamplona, se inaugura oficialmente mañana con un concierto de María Bayo con la Orquesta Pablo Sarasate y el Orfeón Pamplonés. A escasas horas de su apertura, las contratas ultiman los detalles de un proyecto cuyas cifras apabullan: 63.000 metros cuadrados construidos, 78,1 millones de euros de presupuesto, un auditorio central para 1.552 espectadores con un espacio escénico de 520 metros cuadrados y una caja de 32 metros de alto. Sólo los camerinos ocupan 7.000 metros cuadrados.
Además de un gigantesco edificio revestido de granito gris oscuro, el Baluarte ha creado una plaza pública que Els Comediants convierte estos días en una fiesta con su espectáculo La cuenta atrás.
Mangado (Navarra, 1957) ha diseñado junto a Alfonso Alzugaray y Juan M. Ochotorena un edificio clásico convertido en verdadero elogio de una luz natural que invade los miles de perspectivas cruzadas en que se bifurca su estructura de hormigón. "Estoy muy satisfecho del resultado", dice el arquitecto. El edificio esconde en su subsuelo una de las cinco puntas amuralladas (el Baluarte de San Antón) de la fortaleza militar del siglo XVI de la colindante Ciudadela, muralla hallada durante las obras y convertida en la más grande sala de exposiciones de la comunidad foral, con 1.805 metros cuadrados. En ella se podrán ver desde el 31 de octubre manuscritos originales de Leonardo da Vinci sobre música, cedidos por la Biblioteca Nacional, junto a reproducciones de instrumentos ideados por el genio italiano.
Reto acústico
El auditorio ha supuesto además todo un reto acústico, apartado que supone el 10% del presupuesto total. El resultado ha sido calificado como "extraordinario" por Higini Arau, físico especialista en acústica que ha dirigido el proyecto de ingeniería del Baluarte y es el responsable de la sonoridad del auditorio de Barcelona, el Kursaal, el Euskalduna o el reconstruido teatro de La Fenice de Venecia.
Todo está preparado para que comience la vorágine de actuaciones que arrancará con la presencia en Pamplona del dúo formado por el pianista cubano Bebo Valdés y el cantaor Diego El Cigala. Ambos actuarán el viernes en un complejo cuajado de detalles: carpintería de acero inoxidable y madera africana revisten las paredes exteriores del auditorio principal, la sala de cámara y los restaurantes; los pavimentos varían de la caliza india a la madera de haya polimerizada o las resinas autonivelantes; enormes lucernarios dejan pasar la luz natural y donde ésta no llega o no debe llegar, focos cilíndricos aportan una iluminación originada por sistemas de reflexión de fotones.
Eso sí, los responsables del Baluarte han debido pedir perdón a los ciudadanos por los enormes problemas surgidos en la venta de abonos y entradas para la programación del primer trimestre. Centenares de personas pasaron horas en la calle, al teléfono o en Internet sin poder comprar sus localidades.
El patrocinio privado del Baluarte ha abierto una controversia política que llegó la pasada semana al propio Parlamento foral. Siete empresas y entidades se han comprometido hata ahora a donar 100.000 euros anuales a la Fundación Baluarte (Caja Navarra, MCC, Construcciones Flores, Dyna Mobel, EHN, Fundación Diario de Navarra y Gamesa Eólica) siguiendo el modelo del Kursaal. La selección ha ido acompañada de acusaciones de la oposición de discriminación empresarial y favoritismo a algunas iniciativas. La oposición se muestra además muy crítica con la ausencia de entradas baratas para sectores sociales como las familias o los jubilados.
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