El 20% de la población es extranjera

El resultado de las elecciones federales el pasado fin de semana hizo saltar todas las alarmas: el Partido del Pueblo Suizo (SVP), cuya campaña estuvo marcada por los mensajes xenófobos contra los demandantes de asilo, logró un resultado histórico, el 26,6%, y se convirtió en la primera fuerza política de un país con 1,5 millones de extranjeros (el 20% de la población).

El debate sobre la inmigración se remonta a los sesenta, cuando ya contaba con un 18% de población extranjera, pero en los últimos meses se ha centrado en quienes llegan al país para pedir asilo político (26.125 en 2002, un 26,6% más que en 2001). "El problema no está en el millón y medio de extranjeros, sino en los que se llaman falsos refugiados o refugiados económicos, que trabajan de forma clandestina", señala el sociólogo Uli Windisch, de la Universidad de Ginebra.

"Estoy inquieto pero no extrañado por los resultados", afirma el albanés Hevzi Kryezu, director de estudios en la Universidad Popular Albanesa de Ginebra, una institución que ofrece formación a extranjeros. "Se produce una preocupante amalgama entre criminales y extranjeros. Y todos los pueblos pueden tener sus ovejas negras. De los 200.000 albaneses que hay en Suiza, puedo admitir que 2.000 sean criminales. El resto son trabajadores honestos", agrega.

Políticos de diferentes signos recuerdan que los extranjeros son el 26,6% de la población activa y, según datos oficiales, representan el 44,8% en la hostelería y restauración, el 38% del servicio doméstico y el 32% en la industria. "Sin ellos este país no funcionaría", dijo el diputado radical (centro-derecha) John Dupraz.