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Reportaje:

Locos por el 'manga'

Masiva afluencia de público al salón dedicado al cómic japonés en La Farga

No se trata de una moda. Es todo un fenómeno. Los 8.000 metros cuadrados que este año ocupa el Salón del Manga, que se clausura hoy, resultaron ayer insuficientes para la masiva afluencia de otakus (aficionados al cómic y al dibujo animado japonés), la mayoría público adolescente de ambos sexos, que tuvieron que hacer más de una hora de cola para acceder al recinto de La Farga de L'Hospitalet de Llobregat. "Con vistas a la próxima edición tenemos que buscar alternativas para que la entrada sea más fluida", explicó ayer Pilar Gutiérrez, directora del salón. Hasta entrada la tarde, la cola rodeó gran parte del recinto. Algunos de los aficionados más tempraneros se habían apostado frente los accesos a las 7.30 horas, aunque hasta las 10.00 no se abrían las puertas. "Pese a que no nos esperábamos tanto público, sabíamos que este año sería un éxito por las entradas vendidas anticipadamente, que nos indicaban el interés del festival en toda España", explicó Gutiérrez, quien estimó que se superarían holgadamente los 14.000 visitantes del sábado de la pasada edición.

Pero a pesar del tumulto, el ambiente fue festivo. Todos los que acudían disfrazados de personaje manga entraban gratis. El karaoke no paró de amenizar la visita. Colas también en el interior para asistir a las proyecciones. Para hoy está prevista la actuación de Charm, un grupo musical manga que presentará su primer disco, titulado Konnichiva!, un doble compacto con versiones en castellano y en japonés. Charm fue el ganador de la primera edición de Operación Friki, un concurso organizado por la revista Minani y la discográfica Orange Music. En la jornada de ayer, las ventas fueron parejas a la afluencia.

Ambiente del interior del recinto de La Farga, desbordado por la avalancha de <b><i>otakus,</b></i> aficionados al <b><i>manga,</b></i> que ocuparon las instalaciones.
Ambiente del interior del recinto de La Farga, desbordado por la avalancha de otakus, aficionados al manga, que ocuparon las instalaciones.JOAN GUERRERO
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