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Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

El empleo responde

El mercado de trabajo que refleja la Encuesta de Población Activa (EPA) correspondiente al tercer trimestre del año muestra un dinamismo congruente con los leves atisbos de recuperación económica que se detectan en la economía mundial y también en la española. Aunque el paro ha crecido en 29.600 personas y la tasa se ha situado en el 11,17%, cinco centésimas más que en el segundo trimestre, lo cierto es que en un año ha bajado casi tres décimas y que la ocupación sigue aumentando a ritmos apreciables. En los últimos 12 meses, la economía española ha creado 460.900 puestos de trabajo, con una tasa de aumento del 2,8%, superior al ritmo de crecimiento económico.

Los pilares del mercado de trabajo siguen siendo la construcción y los servicios, y eso ya no es tan buena noticia. Ambas actividades han aportado 433.800 y 82.800 ocupados respectivamente, mientras que en la industria se redujeron en 57.800. El talón de Aquiles es la vulnerabilidad de ambos mercados, sujetos a potenciales condiciones de inestabilidad. No es previsible, por ejemplo, que la construcción mantenga tasas de aumento como las registradas durante este ejercicio y los anteriores. Si la construcción modera su crecimiento, la contratación global sufrirá un recorte inquietante.

Una primera aproximación indica que crecimientos de la ocupación en torno al 3% son necesarios para sostener el dinamismo actual del consumo privado. La elevada tasa de temporalidad (30,74%) es el estrangulamiento más grave del mercado laboral y también uno de los mayores riesgos de la economía española. Uno de cada tres ocupados carece de estabilidad en su puesto de trabajo, capítulo en el que estamos a la cabeza de Europa. La existencia de un arraigado mercado precario de trabajo explica el éxito en la creación de puestos de trabajo; las cifras globales se sostienen así sobre una deficiente calidad del empleo. Las consecuencias son una caída en picado de la productividad y el empobrecimiento constante del capital humano. Ésa es la otra cara de la moneda.

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