Repsol y Cepsa no ven posibilidades de extraer petróleo iraquí

Los representantes del Gobierno provisional iraquí que llegaron a Madrid para hablar de petróleo dejaron a los empresarios españoles del sector mirándose unos a otros sin dar crédito a lo que escucharon. Les pasaron diapositivas con las fotos de cada una de sus refinerías, una a una, diciendo: "Ven, ésta está bastante dañada y esta otra, pues esta otra está completamente destruida"... "Necesitamos unos 1.800 millones de euros para volver a ser autosuficientes en la producción de carburantes dentro de unos tres años...". Hubo algún que otro empresario, sobre todo estadounidense, que se relamía pensando en lo que su empresa facturaría por recolocar un tubo o por soldar una plancha de acero. Pero eran ejecutivos de empresas de ingeniería, como la española Técnicas Reunidas. En lo que respecta a los de las petroleras Repsol YPF o Cepsa, se quedaron un poco desconcertados. Ellos estaban interesados en saber qué pasará con el mayor negocio del país: la extracción de crudo.

Los representantes de Irak no mencionaron una sola concesión o contrato de exploración y producción petrolífera. Entonces... ¿para quién es el crudo iraquí, quién lo va a extraer? Fuentes del sector petrolero español creen que puede haber varias razones por las que la información que dieron en la Conferencia de Donantes no era la esperada. En primer lugar, es más que posible que el Gobierno provisional aún no haya logrado ordenar sus prioridades sobre el jugoso negocio de la producción petrolífera, que puede llegar a siete millones de barriles diarios en el futuro, casi siete veces más que la actual.

Tercer productor mundial

En Irak hay 19 yacimientos con reservas probadas sin desarrollar completamente y que requieren una inversión de unos 38.000 millones de dólares. Las compañías pueden llegar a extraer casi cinco millones de barriles diarios, cifra que pondría a Irak sólo por detrás de Arabia Saudí y Rusia entre los mayores productores y exportadores. Antes de la caída del régimen de Sadam Husein había 28 compañías extranjeras (rusas, francesas, italianas, británicas y de otros siete países) con estos proyectos casi en las manos. Pero eso era antes de que en marzo EE UU invadiera Irak y derrocara a Sadam Husein.

La sensación ayer era que los iraquíes no habían hablado de producción petrolera en Madrid debido a que no tienen claro a quién darán las concesiones, o simplemente que EE UU ya se ha reservado buena parte del negocio y no se sabe qué parte queda para repartir. Otra posibilidad es que Irak quiera desarrollar sus refinerías para, además de exportar crudo, producir y vender derivados.

En principio, ni Repsol ni Cepsa se acercaron a la conferencia para entrar en la industria del refino, pero no todo está dicho. Fuentes del sector creen que hay que esperar porque de aquí a seis meses Irak abordará el tema de las concesiones de producción de crudo y allí estarán las petroleras españolas para escuchar las ofertas.