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Reportaje:

La paleta de pintor más antigua

Una catedrática de la Jaume I descubre restos de un niño y utensilios rupestres de hace 9.000 años en Ares del Maestrat

María Fabra

"El arte rupestre levantino de Castellón es único en el mundo". Con estas palabras, la catedrática de Prehistoria de la Universidad Jaume I de Castellón, Carme Olària, trataba ayer de significar la importancia de los últimos hallazgos de su equipo y de transmitir, al menos, una dosis de la pasión con la que realiza la búsqueda de cualquier dato que pueda arrojar luz sobre la vida de hace 9.000 años.

Olària, después de muchos años, sabe lo que cuesta conseguir un permiso de la Generalitat o una línea de financiación para investigar. Durante la inauguración del curso académico de la universidad castellonense, a la que asistió el consejero de Educación, Esteban González Pons, pronunció la lección magistral sobre La evolución humana y las principales referencias fósiles en el Mediterráneo peninsular. El consejero la felicitó y mostró interés por las investigaciones de la catedrática. La profesora tomó el testigo. No ha pasado un mes y, con la iniciativa de la propia Olària, Esteban González Pons visitó ayer la Cova Fosca, en el término municipal de Ares del Maestrat, donde pudo comprobar, in situ, una muestra de "la posible respuesta a la época de la que datan las pinturas del arte rupestre levantino". Pese a la gratitud por la visita, Olària no quiso dejar pasar el momento y expuso sus dificultades para lograr los preceptivos permisos de la Generalitat para realizar excavaciones. El consejero se comprometió entonces a agilizarlos.

La Cova Fosca es una gran cavidad que, según se sabe, fue ocupada estacionalmente por reducidos grupos de cazadores-recolectores, que hallaron en los conejos, cabras salvajes, ciervos, corzos y caballos sus principales presas. El equipo de la catedrática comenzó la excavación, aproximadamente, en julio y, a casi cuatro metros de profundidad apareció Anuc, nombre con el que han bautizado a los restos de un niño de entre 8 y 10 años que, por el nivel en el que han sido encontrados, podría datar de hace 9.000 años.

El esqueleto tiene la parte superior muy deteriorada y el cráneo machacado, circunstancia que podría tener su origen en el complejo ritual que precedió a la inhumación. Se trata de un hallazgo un tanto "extraño" puesto que, al parecer, aquellos pobladores no enterraban a sus muertos en el lugar que habitaban. Aún así, la profundidad en la que están situados los restos hace pensar que la "ocupación" de la Cova Fosca fue posterior a este enterramiento.

Anuc se encuentra a sólo 300 metros de Mungo, otro gran descubrimiento de Olària. Mungo apareció en el Cingle del Mas Nou, junto a los restos de otras seis personas, en un enterramiento múltiple. Con más de 7.000 años de antigüedad, el esqueleto de este adulto mantenía en su cavidad ocular derecha una bola, con incisiones que simulan la retina humana. La esfera es de almagre, óxido de hierro, un elemento muy utilizado en la pintura, y rojo, el mismo color que el de la mayoría de las pinturas rupestres. Muy cerca de ambos se encuentran los conjuntos de arte rupestre levantino de Racó Molero, Gasulla y Remigia, alguno, a sólo 500 metros. Unas pinturas que, quizá, ocuparan sus vidas, lo que los convertiría en los autores de una parte del Patrimonio de la Humanidad.

La base que lleva a concluir que quien pasó por esa oquedad hace 9.000 años mucho tuvo que ver en la creación de pinturas rupestres se centra en un asta de ciervo, a modo de paleta de pintor, molinos y machacadores de ocre y conchas marinas rellenas de este material. Quizá sean los artistas más viejos del mundo.

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