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Blair convoca elecciones en el Ulster, pero mantiene suspendida la autonomía

El primer ministro británico quiere conocer los detalles del desarme del IRA

El Gobierno británico presentó ayer en los Comunes la orden para convocar elecciones en el Parlamento de Irlanda del Norte el próximo 26 de noviembre, pero mantiene en suspenso la autonomía de la provincia. Tony Blair hizo votos en Westminster para que haya un acuerdo que permita desvelar los detalles del tercer acto de desarme del IRA, llevado a cabo el pasado martes, de manera que tenga la "visibilidad pública" que exigen los unionistas. Londres confía aún en que las elecciones se celebren en lo que describe como un "buen ambiente".

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El hecho de que la autonomía se mantenga en suspenso es, hoy por hoy, técnicamente irrelevante. El problema vendrá si no hay un acuerdo inmediato con los unionistas de David Trimble, porque en teoría están decididos a boicotear su presencia en el Gobierno autónomo si antes no consiguen que el desarme de los republicanos sea lo bastante visible.

Tras la borrachera de acontecimientos de la víspera, ayer fue día de resaca. Los buenos propósitos del primer ministro Blair contrastaron con el tono distante de su homólogo irlandés, Bertie Ahern, que desveló que la espantada de Trimble no le sorprendió porque ya tenía la sensación de que el gesto de desarme del IRA no satisfaría por completo a los unionistas moderados.

El martes, el líder del Sinn Fein hizo un llamamiento para descartar para siempre la violencia, que recibió de inmediato la bendición de su brazo militar, el IRA. Horas después, el presidente de la comisión internacional sobre el desarme, el general canadiense John de Chastelain, certificó que había sido testigo de un acto de desarme, el más amplio y significativo de los que había testificado hasta ahora. Pero la falta de detalles sobre qué armas y cuántas se habían puesto fuera de uso hizo que Trimble considerada ese gesto insuficiente.

Los primeros ministros Blair y Ahern hicieron una breve declaración reconociendo que no había acuerdo, pero que éste estaba tan cerca que seguirían buscándolo en las primeras horas de la noche. Luego comparecieron de nuevo para certificar el desacuerdo, aunque Blair confirmó que las elecciones se celebrarán el 26 de noviembre.

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La clave está ahora en convencer al IRA para que permita divulgar los detalles del desarme. Blair se comprometió ayer "a trabajar a favor de encontrar una fórmula que permita desvelar esa información", pero recordó que, de acuerdo con lo pactado en su día, eso sólo se puede hacer con el previo visto bueno del grupo que se desarma.

Trimble se desplazó ayer a Londres para iniciar nuevas conversaciones. A pesar de sus buenas palabras de que "el acuerdo aún es posible", en declaraciones a la BBC insistió en que el acto del desarme del IRA no se ajustó a lo que él creía que iba a pasar y que había dejado claro ante los republicanos "qué sería un éxito y qué no sería un éxito". "Cuando escuché a De Chastelain y me di cuenta de que le habían impuesto restricciones y no habían dado toda la información que sabían que era necesario dar, entonces supimos que nos enfrentábamos a un problema serio", declaró ayer el líder del Partido Unionista del Ulster.

Los republicanos, igualmente enfadados, denunciaron a través de su número dos, Martin McGuinness, "la falta de apoyo" a la mediación del canadiense. El líder del Sinn Fein, Gerry Adams, advirtió que si no había una solución "en unos días", ésta no podrá alcanzarse hasta después de las elecciones de noviembre.

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