El abogado Javier Guirado, sor Rosario y sor Puri
La herencias se esfuman en Tánger
IGNACIO CEMBRERO
Alfonso de Figueroa y Melgar, duque de Tovar, y la devota Juana Molina Fernández van a poder descansar en paz. Esta última falleció en 1963, y el noble, cinco años después. Ambos estaban enamorados de Tánger, la ciudad donde vivieron, pero los políticos locales, entre ellos el alcalde y un diputado, traicionaron su memoria intentando apropiarse de su herencia.