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Aulas convertidas en rincones para la multiculturalidad

La escuela rural Campiña de Tarifa (Cádiz), que agrupa los centros de La Zarzuela, Tahivilla y Bolonia, reune a alumnos de diversas nacionalidades. La multiculturalidad es habitual en las aulas del litoral gaditano. Tal es el caso de Zahira Rhea Tutosaus, una chica de 13 años natural de Frankfurt (Alemania) cuya familia se instaló en Andalucía cuando sólo contaba cinco años.

"El colegio aquí es más pequeño que en Alemania, pero me he acostumbrado al idioma y a la gente, que tiene otro carácter. Cuando llegué sólo había un niño que sabía alemán, y tampoco me entendía bien con él", dice Zahira.

Algunos de sus compañeros de clase son más jóvenes que ella, puesto que 1º y 2º de ESO están juntos en el centro de Bolonia y sólo se desdoblan en algunas materias, pero Zahira no cree que eso sea un problema. Su compañera Alicia Espinosa, de 14 años, amante de la Lengua y las Matemáticas, se alegra de contar con compañeros extranjeros en su clase: "Es mejor. Aprendes cosas de otras culturas, palabras de otras lenguas, y ellos también aprenden de nosotros", afirma.

Alicia Espinosa, de 14 años, se alegra de contar con compañeros extranjeros en en clase

El centro de Algodonales fue el primer proyecto de escuela rural de Andalucía. Actualmente, y después de que mucha gente abandonara el campo por las oportunidades laborales que ofrece la costa, cuenta con 86 alumnos. Dos de ellos, Jesús Salguero y Cristina Román, ambos de 13 años y estudiantes en Benamahoma, niegan que el agrupamiento de compañeros de distintas edades suponga un problema para la convivencia. Ambos residen muy cerca del lugar donde dan clases, "pero un compañero nuestro, que es de Arcos, tiene que desplazarse varios kilómetros todos los días", comentan.

Una dificultad similar sortea cada mañana Soraya Toledo, residente en El Mojo y alumna del centro de La Ina. "Me levanto a las siete y media de la mañana para coger un autobús con otros compañeros de Rajamancera ", afirma. Otros alumnos de la comarca, que viven en cortijos y casas de rincones distantes como Las Pachecas o Torremelgarejo, se hallan en la misma situación. "En uno de esos casos, una madre va recogiendo en coche a los chicos todas las mañanas", comenta un profesor del centro Laguna, de Medina de Jerez. La provincia de Cádiz cuenta con ocho escuelas rurales que agrupan a 128 profesores y 1.119 alumnos.

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