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'Ikastolas' de Navarra ven peligrar su viabilidad por el impago de ayudas públicas

El mal tiempo obliga a suspender los actos del Nafarroa Oinez previsto en Lumbier

Las ikastolas de la zona no vascófona de Navarra, con más de 500 alumnos y 60 profesores, han advertido de que el impago por parte del Gobierno de Navarra de las subvenciones aprobadas el pasado marzo por el Parlamento foral está comprometiendo seriamente su viabilidad económica. Según la Federación navarra de Ikastolas, el Ejecutivo foral les adeuda 1.591.574 euros a los cuatro centros. Precisamente para recaudar fondos, la ikastola de Lumbier tenía previsto celebrar el Nafarroa Oinez, que tuvo que suspenderse por la adversa climatología.

Las ikastolas Argia de Tudela, Arangoiti de Lumbier, Erentzun de Viana e Ibaialde de Lodosa tienen desde su fundación un tratamiento de alegalidad, aunque sus enseñanzas están homologadas por las instituciones educativas. Hasta el año 2000, los presupuestos de Navarra contemplaron un régimen especial de subvención. En 2001 el sistema se alteró por decisión de los partidos UPN y PSN-PSOE y el Gobierno foral comenzó a subvencionar únicamente las unidades que alcanzaban el número mínimo de alumnos establecido por ley para los centros concertados.

Los contactos mantenidos durante 2002 por los cuatro centros con las formaciones políticas para explicarles las especiales circunstancias en que desarrollan su actividad estas empresas cooperativas impulsó el pasado marzo una resolución parlamentaria apoyada por PSN-PSOE, IUN-NEB, EA, PNV, Batzarre y Batasuna. Según esa resolución, se volvió a modificar la legislación restituyéndose el sistema anterior.

La Federación de Ikastolas de Navarra asegura que ese acuerdo parlamentario obliga a subvencionar con 1,5 millones de euros a los cuatro centros, pero las ayudas no han llegado. L

a dirección general de Política Lingüística del Gobierno foral

sigue estudiando la compleja documentación que exigió a estos colegios a través de una orden foral de 3 de septiembre pasado que los afectados consideran "totalmente incomprensible" y mucho más compleja que la exigida a los centros concertados.

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"Vamos solventando la situación con remanentes de la fiesta del Nafarroa Oinez de 2002 y el préstamo con avales personales que los padres de nuestros 230 alumnos se vieron obligados a pedir en mayo pasado", señala Txus Azkona, director de la ikastola de Tudela. "Así hemos ido pagando las nóminas y la seguridad social de los profesores y trabajadores y los gastos generales, pero debemos dinero a proveedores", añade Azkona.

La federación de ikastolas considera que el Gobierno de UPN intentar asfixiar económicamente a estos centros.

Suspensión

El director general de Política Lingüística, Pedro Pegenaute, ha matizado que una comisión técnica de valoración está estudiando si estos centros cumplen los requisitos que exige la ley de subvenciones. "Aplicamos la ley por igual a todos, incluidas las ikastolas", ha dicho Pegenaute, "porque así nos lo ha exigido el Parlamento foral".

La ayuda pública es capital para la supervivencia de estos centros educativos, los únicos del sur de Navarra donde se enseña íntegramente en euskera, ya que la ley foral del Vascuence de 1986 no contempla la existencia del modelo D en los colegios públicos. En el caso de la ikastola de Tudela, según su director, la subvención pendiente es de 760.000 euros, más del 80% de su presupuesto anual.

Los afectados confían en la llegada de un préstamo solidario que en breve plazo van a realizar en su favor las restantes ikastolas navarras. Las ayudas de otras instituciones, como Udalbiltza, están contribuyendo a financiar los proyectos de ampliación de los centros, como en el caso de Lumbier, donde la ikastola ha recibido 180.000 euros de la asamblea de electos vascos, ayuda que cubrirá un 15% del coste del proyecto de construcción de un nuevo centro. "Queremos ser una ikastola legal", afirma José Enrique Garcés, presidente de Arangoiti. Esta ikastola sufrió ayer un fuerte revés al tener que suspender la celebración del Nafarroa Oinez, al que se esperaban unas 90.000 personas.

El fuerte viento y las intensas lluvias provocaron numerosos destrozos: los aparcamientos quedaron anegados, varias carpas volaron y en los accesos se formó un caos circulatorio. No obstante, los organizadores de la ikastola Arangoitia procedieron a cortar la cinta inaugural. Han abierto un número de cuenta para recibir aportaciones económicas de las personas que pensaban acudir a esta cita.La próxima edición se celebrará en Estella.

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