Las claves de la reforma
La reforma del mercado laboral y del seguro de paro, aprobada ayer en el Parlamento (Bundestag), prevé equiparar las prestaciones a los parados de larga duración con las que perciben los receptores de asistencia social. Se considera parado crónico al que lleva más de un año sin trabajo. Para los mayores de 55 años este plazo se eleva a 18 meses. Hasta ahora ese plazo era de 32 meses.
Los parados crónicos pasan a cobrar el llamado en la ley reformada paro II: 345 euros en el Oeste de Alemania y 331 en los nuevos Estados del Este. Además, se perciben ayudas de vivienda y otras prestaciones. Estos parados están obligados a aceptar cualquier trabajo, incluso por debajo de su calificación profesional, con la limitación de que no se les pague menos del salario establecido en los convenios colectivos del ramo. La imagen del profesor de universidad sin trabajo obligado a vender salchichas podría convertirse en realidad si le pagan según convenio. Si no hay convenio colectivo, tienen que aceptar el salario medio de la región. El rechazo de un trabajo facilitado por la oficina de empleo implica la pérdida del 30% de la prestación durante un tiempo, y hasta la retirada definitiva.
Para cobrar el paro II se exige justificar la necesidad y la carencia de otros recursos o patrimonio personal. La oposición de la media docena de diputados socialdemócratas (SPD) consiguió suavizar estas exigencias. El primer proyecto de ley exigía que los padres se ocupasen de sus hijos en paro o, viceversa, éstos de sus progenitores sin medios. No obstante, los parados crónicos tendrán que gastar sus ahorros antes de percibir esa ayuda social. Para calcular el patrimonio no se considera la propiedad de la vivienda, los fondos de pensiones y un límite establecido en 200 euros por año de vida. Una persona de 50 años podrá conservar un patrimonio de 10.000 euros y percibir la prestación por paro. En los mayores de 60 años ese límite se eleva a 400 euros por año de vida. La exigencia de aceptar un trabajo fuera del lugar de residencia es más fuerte para los solteros sin familiares a su cargo, que tendrán que aceptar el traslado. Las exigencias despenden de las circunstancias familiares.
Además, el Bundestag aprobó ayer anticipar la entrada en vigor de la reforma fiscal a partir del 1 de enero. La reforma prevé rebajar de 19,9% al 15% el nivel más bajo de descuento en el impuesto sobre la renta y el tipo máximo de 48,5% a 42%. Con esta reforma el Gobierno espera inyectar en la economía hasta 22.000 millones de euros, que se confía actúen como motor de la debilitada coyuntura.
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