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LA POSGUERRA DE IRAK

Madrid pagó 100 millones en Afganistán y 44 en Bosnia

Guillermo Altares

España destinó 100 millones de dólares a la posguerra de Afganistán y 44 millones a la de Bosnia, según explicó ayer Rodrigo Rato. En los últimos años, la comunidad internacional ha tenido que reunirse muchas veces, con desigual fortuna, para aportar fondos para la reconstrucción de países arrasados por conflictos: Bosnia en 1996, Timor Oriental y Kosovo en 1999 y Afganistán en 2002.

Los Angeles Times ha calculado cuánto se gastó por habitante: 64 dólares en Afganistán en 2002; 195 dólares en Timor Oriental cada año entre 1999 y 2001, y 288 anuales en Kosovo entre 1999 y 2001.

Tanto en Afganistán como en Kosovo, las promesas iniciales sufrieron rebajas y regateos. Durante la cumbre de Tokio, en enero de 2002, el presidente afgano, Hamid Karzai, recibió una promesa de 3.800 millones de dólares, de los que 2.100 se desembolsarían a corto plazo. Esto, sin tener en cuenta gastos extraordinarios: la ONU introdujo al final de la guerra 6 millones de dólares en metálico para pagar a los funcionarios. En septiembre de este año, tras una nueva conferencia en Dubai, Afganistán había recibido 1.800 millones; pero los problemas económicos seguían siendo enormes. El FMI pone un ejemplo concreto: la mitad del PIB afgano, 2.500 millones de dólares, proviene de la exportación de opio y sus derivados.

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En julio de 1999, 57 países reunidos en Bruselas se comprometieron a aportar inmediatamente a Kosovo ayudas de 2.084 millones de dólares. En noviembre se organizó una nueva conferencia porque las aportaciones reales fueron de 921 millones de dólares y, por ejemplo, los funcionarios no cobraban. En marzo de 1996, con una recolección de 1.200 millones de dólares, la Conferencia para Bosnia fue un éxito. Pero, ocho años después del final de la guerra, el Banco Mundial señala que los indicadores económicos "son explosivos". Por ejemplo, el 40% de la población está en paro.

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Sobre la firma

Guillermo Altares
Es redactor jefe de Cultura en EL PAÍS. Ha pasado por las secciones de Internacional, Reportajes e Ideas, viajado como enviado especial a numerosos países –entre ellos Afganistán, Irak y Líbano– y formado parte del equipo de editorialistas. Es autor de ‘Una lección olvidada’, que recibió el premio al mejor ensayo de las librerías de Madrid.

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