El borrador de Constitución afgana define el país como República Islámica
El Gobierno será bicameral y basado en una presidencia fuerte elegida directamente por el pueblo
Afganistán ha hecho público su borrador de Constitución, que define el país como una República Islámica con un presidente fuerte elegido directamente por el pueblo y un sistema bicameral. No existirá la figura de primer ministro. El borrador debe ser aprobado en diciembre por la asamblea de notables.
El documento contempla la celebración de elecciones para mediados de 2004. Se espera que el actual presidente, Hamid Karzai, se presente a los comicios. El borrador ha sido entregado a Karzai, al rey anterior Mohammad Zahir Shah y al enviado especial de Naciones Unidas, Lakhdar Brahimi en una ceremonia en Kabul.
Previamente, el Gobierno de Karzai, compuesto por una amalgama de laicos, religiosos moderados e integristas islámicos de las distintas etnias del país, aprobó el texto antes de su presentación pública, pero el borrador aún tendrá que afrontar su paso por la Loya Jirga, o asamblea de notables, que previsiblemente se reunirá el próximo diciembre.
"Habrá un sistema presidencial fuerte que tendrá un vicepresidente", ha explicado la miembro de la Comisión Constitucional Shukrya Barikzai. Barikzai ha añadido que no existirá la figura del primer ministro y que el presidente será elegido directamente por los afganos, no por el parlamento. El texto reconoce específicamente que Afganistán constituye un "Estado único y unificado, perteneciente a todo su pueblo".
Principios islámicos
El borrador define Afganistán como República Islámica, aunque ninguno de los 12 capítulos y 160 artículos del proyecto de Constitución hacen mención expresa a la sharia o ley islámica. "El proyecto está basado en los principios islámicos y reconoce que ninguna ley puede ser contraria al Islam", explica un comunicado hecho público hoy. No obstante, "autoriza también específicamente a los fieles de otras religiones a proceder a sus ceremonias religiosas, en los límites de las provisiones y de los valores de la Constitución y de las leyes relativas a la seguridad y al orden público", continúa el texto de la Comisión Constitucional.
El proceso constitucional ha sido muy criticado por diplomáticos occidentales y trabajadores humanitarios, que lo acusan de no tener en cuenta las opiniones de la gente normal y de estar hecho a la medida de los poderosos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.