'L'escapada'

Administrativamente, la oferta de Mas significa ningunear a las instituciones deportivas, auspiciadas desde la propia Generalitat, como en su día fue el comité olímpico catalán o en la actualidad es la Unió de Federacions Catalanes, por no hablar de la Secretaría General del Deporte. A falta de un plan político viable, por trabajado y consensuado, incluso en un marco negociador como el que ofrecía la presidencia olímpica de Juan Antonio Samaranch, Mas se ha encomendado a un informe del abogado Dupont, el mismo que revolucionó el mundo del derecho del deporte con la sentencia Bosman. El candidato, consecuentemente, ha ido a parar al final al mismo bufete al que en su día acudió Llauradó, de manera que para un viaje tan corto no hacía falta tanta alforja institucional.

Desdeñada políticamente por los andorranos, la propuesta de Mas resulta un escarnio para muchos deportistas. Acudir al amparo del pequeño Principado significa utilizar políticamente a los atletas catalanes, como ya es costumbre en periodo electoral, y supone también frivolizar la competición. Para muchos deportistas, Andorra era hasta ahora un paraíso fiscal o un país donde perderse antes de una eliminatoria copera, como le ocurrió a Saviola frente al Figueres, por no hablar ya de los negocios que Núñez atribuyó a Cruyff cuando litigaban en el Camp Nou o de las firmas que desde allí avalaron supuestamente alguna de las candidaturas a las elecciones azulgrana. Andorra está ya tan harta de que la utilicen como país furtivo que la mención del conseller en cap más parece una ocurrencia que una solución para unos deportistas que, puestos en la disyuntiva de alinearse con Andorra o España, prefieren seguramente aguardar la opción de Cataluña.

Llegados a tal punto, en su empeño de parecerse a Joan Laporta y de emparentar a Lluís Bassat con Pasqual Maragall, Mas corre el riesgo de convertirse en Joan Gaspart. Pedir que Cataluña compita internacionalmente con la bandera andorrana no es una medida de un programa serio, sino que más bien parece una mala copia de aquel anuncio televisivo que invitaba a acudir a Andorra con el eslogan de l'escapada.