Puertollano sale a la calle para reclamar una salida al conflicto de Repsol

Miles de personas salieron ayer a la calle en Puertollano para apoyar a los empleados de las contratas de Repsol YPF, que el lunes pasado comenzaron una huelga indefinida en demanda de mejoras salariales. Sindicatos y patronal, sin embargo, han dado un paso adelante clave al retomar las negociaciones, que se rompieron cuatro días antes, para desbloquear el conflicto. La producción de la refinería lleva ya tres días paralizada.

Mientras la salida al conflicto parece un poco más cerca, al menos cuatro subcontratas de Repsol en Puertollano (Ciudad Real) que dan trabajo a cerca de 1.400 de los 3.500 empleados que no forman parte de la plantilla de la petrolera, han comunicado a la compañía su decisión de rescindir los contratos, ya que la huelga les impide realizar su cometido. Bajo la vigilancia de una veintena de furgonetas de la policía antidisturbios, los piquetes seguían apostados ayer en las dos carreteras de acceso a las plantas. Sólo permitían pasar a los autobuses que trasladan a los empleados imprescindibles para garantizar la seguridad de las instalaciones. Los huelguistas impidieron el martes pasado la entrada de alguno de los turnos, con lo que los trabajadores no pudieron ser relevados y tuvieron que trabajar 16 horas seguidas, pero esto no se repitió ayer.

"Compañeros, los sindicatos se vuelven a reunir con los empresarios. Hay que ser cautos, pero parece que se ha dado un importante paso adelante", anunció por la mañana, megáfono en mano, Antonio Cervantes, de CC OO, a los huelguistas situados frente a las barricadas. Así, con el ambiente un poco menos caldeado que en días pasados, 15.000 personas, según los sindicatos, y 8.000 en cálculos de la policía local, salieron a las calles para solidarizarse con los empleados en la que las centrales calificaron como "la mayor manifestación desde hace diez años en Puertollano", que cuenta con 50.000 habitantes. En ella, los dirigentes provinciales de CC OO y UGT, Jesús Camacho y Maite Fernández, dirigieron un llamamiento a Repsol: "Tiene las llaves para resolver las negociaciones".

El diálogo entre patronal y sindicatos se retomó por la tarde, lo que podría ser un movimiento clave para poner punto final a las protestas. Representantes de la Federación de Empresarios de Puertollano y de UGT y CC OO se sentaron por fin en la misma mesa para discutir una salida al conflicto. El principal escollo es la petición de un plus industrial, por el que cada empleado cobraría seis euros más al día, pero los empresarios sólo parecen dispuestos a aceptar que lo perciban los trabajadores del metal y construcción, y no los de limpieza, seguridad y transporte. El acercamiento se realizó con la mediación de la directora general de Trabajo de la Junta de Castilla-La Mancha, María José López, que durante las últimas 48 horas ha mantenido encuentros por separado con las partes.

El conflicto se arrastra desde el accidente del 14 de agosto pasado, cuando una explosión en la refinería de Repsol causó la muerte de nueve empleados de las subcontratas, tres de ellos de Puertollano. A partir de esa fecha hay un antes y un después en la vida de la comarca, cuya economía y miles de familias dependen básicamente del complejo petroquímico. Es el caso de Francisco Santos, tubero subcontratado de 30 años. Su tío, su hermano y su madre también trabajan en las instalaciones de la petrolera. Santos, casado y con una hija, defendía ayer los motivos de la huelga: "El salario base son unos 720 euros, así que tienes que echar muchas horas extras para poder pagar las facturas".