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Fox quiere extender el impopular IVA del 10% a alimentos y medicinas

El Gobierno mexicano intenta otra reforma fiscal para paliar el aumento de la pobreza

Juan Jesús Aznárez

La Secretaría (ministerio) de Hacienda propuso al Congreso mexicano generalizar un IVA del 10%, incluidos alimentos y medicinas, hasta ahora exentos, y 16 reformas al sistema tributario que obligarían a enmiendas constitucionales. El planteamiento fue enviado a la Comisión de Hacienda y amplía las escasas facultades recaudatorias de los 32 Estados, reduciendo las del Gobierno federal. La presidencia de Vicente Fox argumenta que sin ingresos más cuantiosos no habrá dinero suficiente para abatir la pobreza.

Una pobreza que castiga al 50% de los 100 millones de mexicanos. "¡Todo el mundo pide, pide, pero hay una fuga de recursos como no nos imaginamos!", protestó Javier Manzano, presidente de la Comisión de Asuntos Indígenas, al diario El Universal. "Ganamos alrededor de 99.000 pesos mensuales , ¡cuando hay gente en la montaña de Guerrero que no gana ni 100 [nueve dólares]". Con el salario de un día de cada uno de los 500 diputados sobreviven 47 familias del municipio de Manzano. "Ahora ya sé por qué todo el mundo quiere ser diputado". Con su soldada abrirá un despacho jurídico en Tlapa, Estado de Guerrero, para defender a las etnias.

Independientemente del enfado del legislador indigenista y de las pérdidas en corrupción y partidas corporativas, el Ejecutivo intenta una nueva reforma fiscal tras haber fracasado con la presentada el año 2001 al incorporar un impopular IVA del 15% a alimentos y medicinas. El Congreso aprobó entonces una miscelánea sin gancho recaudatorio. El nuevo proyecto quiere eliminar la pléyade de exenciones, consecuencia de favoritismos y presiones muchas de ellas, y generalizar el IVA al 10%. Tampoco en esta ocasión los opositores Partido Revolucionario Institucional (PRI) y Partido de la Revolución Democrática (PRD) parecen dispuestos a transigir.

"Hay pocas probabilidades de que salgan las reformas (fiscal, energética y laboral) y si salen serán diluidas", según el director del Centro de Investigaciones y Docencia Económica (CIDE), Carlos Elizondo. Cuando la dirección de los partidos llega a acuerdos con el Gobierno, los compromisos naufragan al ser discutidos en el Congreso, donde otras son las lealtades. Fox persigue, asimismo, modificar el sistema de pensiones de los funcionarios, algunos de los cuales pueden retirarse a los 45 años. El Estado los mantiene durante los siguientes 30 años "cuando estas personas aún están llenas de energía", dijo.

Los gobernadores, por su parte, exigen un federalismo más equilibrado, o sea más atribuciones fiscales. Reunidos en la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), se constituyeron en nueva fuerza política al desaparecer la presidencial imperial del PRI. La realidad mexicana es que el paro encubierto afecta a casi el 40% de la población laboralmente activa, y sólo el 2% de los contribuyentes aporta más del 70% del impuesto sobre la renta: los más pobres y los más ricos son quienes menos pagan. La evasión fiscal del IVA oscila entre el 35% y el 40%, unos 8.000 millones de dólares al año.

La economía crecerá este año apenas 1,5% y sus ingresos dependen en demasía de las cargas fiscales exigidas a la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), que registra un endeudamiento de 53.000 millones de dólares. Este año, el monopolio habrá pagado una cifra récord de 40.000 millones de dólares en impuestos. Durante el pasado ejercicio, las arcas públicas recaudaron poco más de 140.000 millones de dólares, 16.000 millones de pesos menos de lo previsto en la derrotada reforma fiscal de 2001, según fuentes oficiales.

Al no haberse aprobado cambios integrales en el sistema tributario, el Gobierno recurrió a impuestos especiales de dudosa constitucionalidad, que han sido reclamados judicialmente. Es impostergable simplificar y generalizar los impuestos, insistió el portavoz de Hacienda, Luis Pazos. "México ha venido haciendo excepciones durante mucho tiempo".

Legisladores de la oposición se muestran exultantes durante un debate, en 2001, sobre la reforma fiscal.
Legisladores de la oposición se muestran exultantes durante un debate, en 2001, sobre la reforma fiscal.REUTERS

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