"La paz del mundo pasa por los derechos humanos"

Pregunta. ¿Cuáles son las consecuencias inmediatas y a medio plazo en Irán de su Nobel de la Paz?

Respuesta. Primero, va a alentar a todos los militantes de derechos humanos y a la sociedad civil iraní misma, que podrá de ahora en adelante considerar las actividades humanitarias como un objetivo muy interesante. Y a partir del momento en que haya un gran número de activistas, la evolución podrá hacerse automáticamente.

P. ¿Tiene carácter político?

R. No lo creo en absoluto. En tanto que militante de derechos humanos, pienso que el mundo ha comprendido que la paz pasa por los derechos humanos. Éstos deben respetarse para que las guerras cesen. Europa, por fin, está llegando a comprender esto.

P. Usted apoyó en el pasado al presidente Jatamí. ¿Cuál es su sensación ahora que se acaba su segundo mandato?

R. La regla electoral en Irán está hecha de tal manera que si no se hubiera votado por Jatamí, habría sido beneficioso para sus adversarios los conservadores, lo que, para nosotros, es inaceptable. Desgraciadamente, hoy pienso que Jatamí ha dejado escapar muchas ocasiones.

P. La situación política actual iraní está bloqueada entre conservadores y reformistas y la sociedad civil parece impotente. ¿Cuál es su solución, una vez que se pronuncia contra las revoluciones?

R. El tiempo de las revoluciones está acabado. Estamos a favor de una reforma en todo lo que se refiere tanto a derechos civiles y políticos como a derechos económicos y sociales. El pueblo iraní está profundamente desilusionado por la revolución islámica. A causa de ella y de la guerra contra Irak, miles de familias perdieron a sus hijos, a su padres. El pueblo iraní ha elegido a Jatamí porque habló de reformas y pensó que esas reformas eran realizables. Pero la idea de reforma continúa existiendo en la sociedad iraní y Jatamí no es él sólo portavoz de la reforma.

P. ¿Cómo puede llegar el cambio político?

R. Deseo que, incluso después de la salida de Jatamí, no se frene la lucha por las reformas, que el pueblo continúe imponiendo sus reivindicaciones. Lo más importante ahora es que el proyecto del Gobierno sobre la modificación de la ley electoral sea adaptado. Que las gentes puedan elegir libremente a sus representantes al Parlamento. En revancha, si ese proyecto es definitivamente enterrado por el Consejo de Guardianes, el pueblo iraní boicoteará las elecciones que deben tener lugar en marzo, como hizo el año pasado con las elecciones municipales.

P. ¿La República Islámica debe ser laica?

R. Si no evoluciona, la República Islámica no puede continuar. No sólo en el Gobierno, sino en todo el país se quiere que las reformas se desarrollen de forma seria y radical. Estoy a favor de la separación del Estado y la religión. Mi posición no es contra el islam. Actualmente hay grandes ayatolás que están por la separación entre el Estado y la religión.

P. ¿Cómo explica que en los países musulmanes el islam no respete los derechos humanos?

R. El problema es que cada país pone pretextos para que sea así. Como en los países marxistas donde se daban razones ideológicas para no respetar los derechos del humanos. He luchado durante años para mostrar que el islam no está a favor de la discriminación, ni de la injusticia social, ni de la explotación de las clases más desfavorecidas. No es el islam el responsable, sino los regímenes corruptos de los países musulmanes que desgraciadamente lo utilizan de pretexto para justificar su gobierno ilegítimo.

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