_
_
_
_
Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Bajo los techos de París

"Siempre nos quedará París, el cine, / unas cuantas canciones...

", dice en un poema Carlos Pujol, porque es poeta, de Esta verdadera historia, y ha traducido poesía, francesa, porque es traductor, y ha escrito sobre literatura, francesa, porque es crítico, y ha dedicado biografías a Voltaire y a otros autores franceses, porque es ensayista, y ha escrito novelas, sobre la Francia del XIX, porque es novelista. A Pujol, que reverencia a Stendhal, como el viejo Gastón de esta espléndida novela, Los días frágiles, no le da ningún reparo prologar -y elogiar- a Simenon, a Agatha Christie, a John Le Carré (es autor, Pujol, él tan afrancesado, de varias novelas, magníficas, a la manera de las policiacas inglesas, de enigma y deducción, de neuronas y sentido común). Pujol andaba dándole vueltas a una novela de París, 1940, de cuando los días -horas- previos a la ocupación alemana, y le ha salido ésta, y vaya que si le ha salido. Un relato espléndido, el ir y venir, por las calles de París, de un trío increíble: un joven, atolondrado y refugiado español, un ciego aficionado a los chistes sobre la vista (tiene un discreto estar, pero siempre se le ve, vaya, ése es uno de los chistes fáciles del ciego), y un viejo vagabundo, lastimado y abandonado, escritor de bulevar, competidor de Gide, y que suspira por Stendhal: entrañable el viejo Gastón. Y ese trío, desorientado en la noche previa a la entrada de los boches, tras la huella de una enigmática mujer, ladrona de guante blanco, inasible como Fantomas y falsa como Mata Hari. Y en torno a ellos, el honrado pueblo parisiense (el resto, ya se sabe, es provincia), taberneros, criadas (a lo Simenon: frágiles, cariñosas y enamoradizas), porteras, policías, ciclistas, gente que huye, que va y viene, por las calles, mientras la Resistencia se hunde. En este paisaje convulso y asustado, Pujol homenajea los ambientes de Simenon y las películas de Renoir y René Clair, todo lo que asoma bajo sus techos, y lo hace con una asombrosa sencillez, toda una lección de cómo puede escribirse una historia sin afectación y con mucha sabiduría.

LOS DÍAS FRÁGILES

Carlos Pujol

Edhasa.Barcelona, 2003

209 PÁGINAS. 16 EUROS

Más información
"Escribo de una manera clandestina"

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_