La Generalitat propone que expertos ajenos a las cajas decidan sobre sus inversiones más arriesgadas

La Generalitat propuso hace varios días y por escrito a las cajas de ahorro catalanas que personas ajenas a estas entidades puedan sugerir y aprobar sus inversiones de carácter estratégico.

Esta propuesta, que el sector está intentado eliminar en sus contactos con el Gobierno de CiU por considerarla ilegal, está incluida en el borrador de la normativa con la que el Gobierno catalán va a ejercer su potestad de regular en su territorio cómo se aplicarán las normas de transparencia para las cajas aprobadas el pasado verano por el Ejecutivo central. La Generalitat quiere dejar atada la cuestión antes de las elecciones autonómicas del próximo 16 de noviembre, y se ha mostrado abierta a modificaciones ante la reticencia de algunas de sus propuestas.

En concreto, el nuevo redactado del artículo 7.5 del decreto catalán sobre cajas de 1989 plantea que en las nuevas comisiones de inversión que deberán crear todas las entidades -en principio de tres miembros, aunque la Generalitat ha llegado a sugerir un tamaño mayor de entre cinco y ocho miembros- pueda haber "un máximo de dos expertos en inversiones que no sean miembros de los órganos de gobierno, ni empleados de la entidad o de sus empresas o de sus entidades dependientes".

En un documento interno del Departamento de Economía y Finanzas, la Generalitat justifica esta propuesta cuestionando la "calidad técnica" de los dictámenes efectuados exclusivamente por los consejeros de las cajas, sobre todo cuando se trata de decisiones de inversión "que requieren celeridad en la evaluación".

Sin embargo, algunas cajas recelan de que, por este resquicio, junto al presidente y al director general se les cuelen políticos en la comisión de inversión. Por este nuevo órgano

, que según las cajas burocratizará sus tareas, deberán pasar las operaciones que supongan acumular un mínimo de riesgo, que la Generalitat fijó en más de cinco millones de euros pero que, ante la inoperancia de una misma cuantía para una caja grande como La Caixa y para otra pequeña como Caixa Manlleu, probablemente quede en un porcentaje de recursos propios.