Dimite el ministro de Exteriores portugués por favorecer a su hija

El ministro portugués de Exteriores, António Martins da Cruz, dimitió ayer tras cinco días bajo los focos debido a un supuesto trato de favor a su hija en el acceso a la Universidad. El escándalo, desvelado el jueves por una cadena de televisión privada, había provocado ya la salida del Gobierno del ministro de Enseñanza Superior, Pedro Lynce, quien autorizó personalmente el ingreso de la hija de Martins da Cruz en una facultad de Medicina, sin necesidad de hacer exámenes o poseer una nota mínima.

Ésta es la peor, y también la primera verdadera, crisis que vive el Ejecutivo liberal de José Manuel Durão Barroso, desde que tomó posesión en abril de 2002. El ex ministro de Enseñanza Superior Pedro Lynce aprobó la entrada directa de Diana Martins da Cruz, hija del ministro de Asuntos Exteriores, en la Universidad en respuesta a una petición escrita y directa de la familia del que fue embajador de Portugal en España entre 1999 y 2002. Según la ley portuguesa, los hijos de diplomáticos lusos tienen acceso directo a la enseñanza superior cuando han completado sus estudios secundarios en el extranjero. Diana Martins da Cruz estudió la mayor parte de su vida en Bruselas y Madrid, donde su padre fue embajador, pero el último año del instituto lo hizo en Lisboa. Por este motivo, no podía beneficiarse de la condición de hija de diplomático para entrar en la Universidad.

Antes de la solucitud directa al gabinete del ministro de Enseñanza Superior, el jefe de gabinete de Martins da Cruz y su secretario de Estado para la Cooperación intentaron cambiar la ley, para permitir que personas como Diana pudieran acceder a la enseñanza superior en Portugal sin necesidad de someterse a las pruebas exigidas a la generalidad de los estudiantes lusos. Los dos intentos fueron rechazados por el grupo que asesoraba jurídicamente el antiguo ministro de Enseñanza Superior. Y siete días después de dar luz verde a la solicitud de la familia Martins da Cruz, el propio Pedro Lynce rechazó hacer cambios en este aspecto de la ley.

Martins da Cruz negó ayer, en su declaración de dimisión, haber hablado directamente con su ex colega de Educación sobre este asunto y aseguró tener "la conciencia tranquila". Lo mismo afirmó Pedro Lynce el pasado viernes. Según varias fuentes del Gobierno, Martins da Cruz tardó cinco días en dimitir -aguantando las duras críticas de la oposición e incluso de algunos miembros de su partido- porque era una pieza clave para Portugal en las negociaciones de la Convención Europea. Martins da Cruz, amigo personal de Durão Barroso y asesor del ex primer ministro Cavaco Silva durante nueve años, era también uno de los más poderosos ministros del Ejecutivo luso.