Turquía decide enviar tropas a Irak pese a la resistencia del Consejo provisional de Bagdad
Washington ha prometido a Ankara 8.500 millones de dólares a cambio de su cooperación
Siete meses después de que vetara el despliegue de EE UU contra Sadam Husein a través de su territorio, el Parlamento de Turquía autorizó ayer el envío de tropas -hasta 10.000 soldados, según fuentes turcas- a Irak. El Gobierno de Ankara cumple así su compromiso con Washington, que parece haber olvidado el desplante que abortó el nacimiento de un sólido frente norte en la guerra de Irak y se ha convertido en el principal avalista de la endeudada Turquía. Pero los iraquíes -y no sólo los kurdos- se oponen con fuerza a la presencia de soldados de la antigua potencia colonial otomana.
El primer ministro turco, el islamista Recep Tayyip Erdogan, no dejó ayer cabos sueltos en un inusual debate a puerta cerrada. Sólo nueve de los diputados del Partido de la Justicia y el Desarrollo (islamista moderado) desoyeron esta vez la consigna de su jefe de filas, que se impuso por 358 votos a favor frente a 183 en contra. En las calles de Ankara, Estambul y las principales ciudades turcas se sucedían mientras tanto manifestaciones de protesta contra el envío de tropas. Los sondeos de opinión pública coinciden en que más de dos tercios de la población se oponen al envío de soldados al país vecino. El servicio militar sigue siendo obligatorio en Turquía, tras cerca de 20 años de revuelta de la guerrilla independentista kurda en el sureste del país.
La proposición del Gobierno de Ankara aprobada por el Parlamento fija inicialmente en un año la duración de la misión militar turca en Irak, sin precisar el número de efectivios ni la zona de despliegue. Fuentes periodísticas turcas aseguran que el contingente turco se elevaría en un primer momento a 5.000 o 6.000 soldados, para alcanzar al final a unos 10.000, pero sin estacionarse en ningún caso en la región autónoma kurda del noreste de Irak. Las provincias del centro y el oeste de mayoría árabe suní parecen ser su destino más probable.
El líder de la oposición laica, el socialdemócrata Deniz Baykal, se ha situado a la cabeza del amplio movimiento de opinión contra el despliegue turco en Irak. "¿Quién quiere a las tropas turcas allí? Los turcos no las queremos, los turcomanos [minoría iraquí de lengua turca] no las quieren, ni siquiera los iraquíes las quieren. Entonces, ¿por qué enviarlas?", argumentó Baykal ante la Cámara, según se supo tras el debate.
El Consejo de Gobierno Provisional iraquí se ha opuesto de forma unánime a la presencia turca en su territorio, según afirmó el dirigente kurdo iraquí Mahmud Othman, aunque la última palabra sigue en manos del administrador civil de EE UU, Paul Bremer. Washington ofrece 8.500 millones de dólares a Ankara a cambio de su cooperación en Irak, pero también ha enviado expertos antiterroristas para preparar la expulsión de unos 2.000 guerrilleros kurdos de origen turco de las montañas del norte de Irak.
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