Tres soldados de EE UU mueren en dos ataques separados

Tres soldados estadounidenses murieron ayer en Bagdad en dos ataques separados, en una jornada particularmente violenta en la capital iraquí con un atentado con mortero contra el Ministerio de Exteriores y el ametrallamiento en las oficinas de un miembro del Consejo Provisional. En los atentados, un intérprete iraquí murió y otros seis militares estadounidenses resultaron heridos.

Según informaron portavoces militares en Bagdad, el primero de los muertos, perteneciente al 3º Regimiento de Caballería Acorazada, murió en la madrugada de ayer al estallar una bomba junto al vehículo donde se encontraba, al oeste de la ciudad. Una hora después, dos soldados de la 82ª División Aerotransportada y su intérprete iraquí morían al ser alcanzada su patrulla por otra bomba, también al oeste de Bagdad. Con estas muertes se eleva ya a 91 el número de soldados fallecidos desde que el 1 de mayo Bush declarara el fin de la guerra en Irak.

Ya a plena luz del día, y cuando continuaban las pesquisas sobre los dos ataques, la resistencia lanzó un proyectil de mortero contra el Ministerio de Exteriores. El artefacto no logró hacer impacto en el edificio, a esa hora con numerosas personas en su interior, sino que estalló en un patio. Agentes de la policía iraquí, cada vez más criticada y temida por su ineficacia, optaron por disparar sus Kalashnikov al aire para evacuar la zona.