El Museo de Segovia reúne los fondos de la Escuela de Nueva York en las colecciones españolas

Una representación de los artistas más sobresalientes del expresionismo abstracto americano, reunidos en la llamada Escuela de Nueva York, como De Kooning, Pollock, Rothko, Motherwell, Kline o Newman, procedentes de las colecciones españolas, cierra el ciclo de exposiciones organizado por el Museo de Arte Contemporáneo de Segovia en el centenario de Esteban Vicente. El artista formó parte de la primera generación de este movimiento pictórico, considerado como el más importante de la segunda mitad del siglo XX, tras la Segunda Guerra Mundial.

Esta antológica, que se inaugura hoy, hubiera sido imposible hace un cuarto de siglo, según la directora del museo, Ana Martínez de Aguilar, porque las colecciones españolas carecían de obras relacionadas con esta corriente artística de vanguardia, cuyo momento clave fue la década de 1950, aunque las trayectorias de sus miembros y su influencia se han prolongado hasta la actualidad.

Las incorporaciones de obras cedidas por las fundaciones Thyssen-Bornemisza y el Museo Guggenheim de Bilbao, además de las recientes adquisiciones llevadas a cabo por museos como el Reina Sofía, el de Arte Contemporáneo de Barcelona o el Instituto Valenciano de Arte Moderno, junto con el incremento del coleccionismo privado, han permitido que ahora exista en España una importante representación del expresionismo abstracto americano.

El comisario de la muestra, el catedrático y académico Francisco Calvo Serraller, define este movimiento como el "último triunfo de la pintura", dando así a entender su carácter de culminación, pero también de punto sin retorno, de la aventura de la pintura moderna. Para el subdirector del museo, José María Parreño, el expresionismo abstracto, aunque no es tan conocido como otras corrientes artísticas como el cubismo y el expresionismo, tuvo efectos políticos e históricos notables, y se llegó a denominar "el arte de las democracias" en oposición a otros estilos que se identificaron con el nacionalsocialismo o con los llamados países comunistas.

De los 20 artistas representados en la muestra, se encuentran quienes cultivaron la vertiente llamada "pintura de acción", que subraya el componente expresionista a través del gesto y la acción, con obras de Jackson Pollock, Adolf Gottlieb, Lee Krasner, Willem de Kooning, Hans Hoffmann, Arshile Gorky, Philip Guston y Franz Kline -quien influyó en artistas españoles como Saura y Millares-, entre otros.

Mark Rothko, Ad Reinhardt, o Clifford Still, muy admirado por Esteban Vicente, son algunos de los más representativos del grupo de artistas de los "campos de color", donde el colorido, su intensidad y su extensión adquieren un decidido protagonismo en la pintura de paisajes interiores.

Muchos de estos artistas tuvieron una fuerte influencia europea, como los maestros Hans Hoffmann y Josef Albers, que crearon escuela, o Sam Francis, Joan Mitchel o Helen Frankenthaler. Entre estos se podría situar la obra de Esteban Vicente, a cuya pintura se le atribuyó siempre un aire muy "europeo".

Por su especial relación con este montaje, hay una sala dedicada al libro-grabado A la

pintura, ilustrado por Robert Motherwell, con poemas de Rafael Alberti. En la planta baja se pueden contemplar cuadros de gran tamaño de Motherwell, quizá el artista más coleccionado en España, y una pequeña sala donde dialogan obras de pequeño formato de Rothko y Albers, otros de los artistas más representados en las colecciones españolas.

Conferencias

Junto a la exposición se va a celebrar en el museo el ciclo de conferencias La Escuela de Nueva York y el comienzo de la guerra fría, en el que intervendrán los académicos Francisco Calvo Serraller y Víctor Nieto Alcaide; los profesores Juan Pablo Fusi, Valeriano Bozal, Juan Antonio Ramírez y Guillermo Solana; el director del Museo Nacional Centro Reina Sofía, Juan Manuel Bonet; el conservador jefe del Museo Thyssen-Bornemisza, Tomás Llorens, y el director de cine José Luis Borau, entre otros.

Al llegar al final de la celebración del centenario de Esteban Vicente, Martínez de Aguilar realizó un balance de las exposiciones celebradas con tal motivo, como la que ofreció su ideario estético, con obras de Zurbarán y Juan Gris, por quienes sentía devoción, para continuar por una muestra de las raíces españolas del artista y de varios de sus contemporáneos, entre 1918 y 1936, desde Juan Bonafé y Francisco Bores al Salvador Dalí de los años presurrealistas.