Los padres de la palestina suicida están "orgullosos" de su hija

Los padres de Hanadi Tayseer Jaradat, la palestina suicida que el sábado provocó la muerte de 19 personas en Haifa, se sienten "orgullosos" de su hija que, con su acción, había querido vengar la muerte de su hermano y su primo abatidos a tiros por soldados israelíes.

Hanadi, soltera y abogada de 29 años que trabajaba en su ciudad natal de Yenín, era una ferviente musulmana que, según sus padres, fue testigo de la muerte de su hermano Fahd, de 25 años, y de su primo Salé, de 34 años, -ambos militantes de la Yihad Islámica- en el curso de un tiroteo con el Ejército israelí el pasado 12 de junio.

"Estoy muy orgulloso de lo que ha hecho", declaró ayer su padre, mientras veía en la televisión qatarí Al Yazira un vídeo grabado por su hija antes de que se transformase en una bomba humana.

"Era una persona de gran fortaleza. Rezaba y leía el Corán todos los días", añade el padre de Hanadi. La madre de la palestina suicida declaró que su hija se sentía muy cercana de su hermano y que la muerte de éste la había conmocionado fuertemente. Sin derramar una sóla lágrima declaró: "Estoy muy contenta por ella ya que ha matado a quienes han acabado con la vida de mi hijo; a quienes nos matan y destruyen nuestras casas todos los días".

Cuando hicieron estas declaraciones, la casa donde viven los padres de Hanadi junto a sus otros ocho hijos acababa de ser dinamitada por soldados del Ejército israelí, para quienes este tipo de acciones de represalia están destinadas a "disuadir a los terroristas y a quienes les ayudan".

La madre de la palestina suicida dice que no sospechó nada cuando vio partir a su hija el sábado por la mañana "como hacía todos los días". Pero Hanadi se traslado a Haifa, en el norte de Israel, en vez de dirigirse a su oficina en Jenin. A pesar de los estrictos controles de seguridad israelíes montados por la fiesta del Yom Kipur, pudo completar su mortífero trayecto.