Diferentes discursos

El ministro de Agricultura y Pesca, Miguel Arias Cañete, confía en pillar con el paso cambiado al consejero andaluz, Paulino Plata, a propósito de la futura reforma en los sectores de aceite de oliva, tabaco y algodón. En el transcurso de la conferencia sectorial que se celebra hoy en la sede de dicho ministerio, Arias Cañete aborda con los consejeros de las distintas comunidades autónomas los cambios venideros y que tanta inquietud han generado, sobre todo, en Andalucía. Piensa el ministro que el frontal rechazo que ya ha planteado la Junta va a tener difícil encaje con la posición que adoptarán los socialistas en otras comunidades que, por el contrario, podrían verse beneficiadas por dichas reformas, tal y como están ya redactadas.

Si finalmente Plata incurre en alguna contradicción con respecto a otros colegas suyos, será, en todo caso, escasa renta política para un ministro que tendrá que sortear, en cambio, toda una oleada de protestas de las distintas organizaciones agrarias y cooperativas. Prácticamente, todos parten de una primera conclusión: las modificaciones que se pretenden introducir, por ejemplo, en el caso del aceite, pueden suponer una notable pérdida de ingresos para el sector. Y no digamos en el algodón, donde se percibe un riesgo cierto de abandono del cultivo. El proceso no acaba más que empezar, pero está claro que Arias Cañete se va a convertir en un protagonista destacado en Andalucía a las puertas de unas elecciones autonómicas en las que el malestar de los agricultores puede constituir un lastre para los populares en su afán de progresar en las zonas rurales.

Michavila

Otro elemento aglutinador contra el PP ha sido, la actitud del ministro de Justicia, José María Michavila, al considerar que no por casualidad ocurrían en Andalucía los sucesos de Sonia Carabantes y Rocío Vanninkhof. Esta semana, en el pleno del Parlamento andaluz, todos los grupos, excepto los populares, van a pedir una rectificación del ministro por esas palabras, que son consideradas como toda una ofensa al pueblo andaluz en su conjunto. Por muchas e inusitadas declaraciones de amor que haga ahora Michavila hacia esta tierra, no deja de ser una metedura de pata lo que él dijo en el Congreso de los Diputados, haciendo, de paso, un flaco favor a su partido en esta comunidad, formación en la que tienen que estar ya más que hartos de que, desde Madrid, no sólo no les ayuden sino que les creen problemas de manera gratuita.

Y mientras se mantiene abierto el debate sobre las previsiones presupuestarias del Estado con respecto a Andalucía, comienza el análisis sobre las cuentas de la Junta para el próximo ejercicio. Este martes se inicia la tramitación del anteproyecto de Ley de Presupuestos de la Comunidad para 2004. Por lo hasta ahora trascendido, se pretende que incorporen algunos aspectos que se recogen en las conclusiones del documento de la segunda modernización y relacionados con políticas relativas a la familia y a las nuevas tecnologías. Ya se trabaja, además, para, a través de la Ley de Acompañamiento, poner en marcha el Consejo Audiovisual, un intento de dar respuesta a las demandas que en este sentido se habían producidos de forma reiterada, y cumplir, igualmente, con el compromiso asumido en su día por el mismo Manuel Chaves.

Por rectificar que no quede, porque incluso están dispuestos a que se evidencie en la programación más inmediata de Canal Sur su decisión, tardía, de luchar contra la televisión basura. Se inicia así una singular carrera para cambiar el discurso y situarse, además, en sintonía con el modelo que preconiza el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, quien mira nada menos que a la BBC como el mejor ejemplo a seguir. Por correr, hasta estudian la posible viabilidad de una RTVA sin publicidad con el fin así de dejarla libre de la tiranía de las audiencias, argumento éste que es el que se emplean para justificar la zafiedad que se observa en muchas ocasiones en la televisión pública andaluza.