Nubia y el Nilo en mitad de Serrano
Una exposición sobre Sudán revela la africanidad de las civilizaciones del Nilo, presentes también en el Templo de Debod
El Nilo y las civilizaciones que en sus riberas florecieron siguen brindando sorpresas como la que ofrece la exposición Nubia, los reinos del Nilo en Sudán, que Fundación La Caixa muestra en su sala de la calle de Serrano. La muestra invita a reflexionar sobre la entidad del mejor arte africano que, como en esta ocasión, destaca además por sus óptimas condiciones de conservación frente a sus más de cuarenta siglos de historia.
Estelas, adornos, cerámica, vidrio y joyas, así como piezas de industria lítica y metalurgia, más incursiones en el grafismo mítico y funerario, se ven complementados por un cuidado relato sobre la recuperación patrimonial efectuada en Sudán, de donde procede toda la exposición.
Joyas de hace 6.000 años mantienen su belleza gracias a una buena conservación
Son, sin duda, la fayenza y la mica, con riquísimas microtallas destellantes, los elementos centrales de la ornamentación nubia, por encima del oro. Sorprende la pureza de las tareas en vidrio, en mayólica y alabastro.
De la excelencia de la civilización nubia queda constancia en esta muestra, realizada con fondos procedentes de numerosos museos británicos, con colecciones como las del Southampton City Council, más otros estadounidenses, sudaneses o egipcios.
Todo ha sido dispuesto y organizado de tal manera que la exposición consigue mostrar los elementos precursores de la civilización egipcia y de la que Madrid puede disfrutar desde 1970 en el Templo de Debod, al que la exposición dedica un espacio. El recinto nubio que se ubica en la capital fue rescatado de la inundación del lago Nasser y traído piedra piedra hasta Madrid, para ser instalado sobre la explanada del antiguo cuartel de la Montaña por mediación de la Unesco. Su orientación, castigada hoy por el rigor del clima y su proximidad a los grandes flujos de visitantes, preocupa aún en medios arqueológicos que hace tres lustros alertaron, ya entonces, sobre evidencias de su deterioro.
Profesionales consultados no descartan que el templo tenga que ser introducido en una suerte de gran fanal que lo guarezca de los embates del viento y el frío que castigan Madrid.
Sorprende el estado de conservación de algunas de las piezas exhibidas en la muestra, principalmente las microesculturas policromadas con oro, y la lozanía de los aderezos indumentarios, como los collares: algunos de ellos cumplen ahora seis mil años y siguen presentando, intacta, su riqueza cromática. Sin embargo, sobre todo en cuanto a la cerámica se refiere, su perfección formal y su colorido son tan vivos que permiten suponer intervenciones restauradoras que, para algunos puristas, podrían rozar lo agresivo, dada su espectacularidad.
Los organizadores de esta exhibición han hecho una evidente apuesta por la contextualización documental, con la mirada orientada no únicamente sobre el vecino septentrional, Egipto, y en su civilización con el Sudán, sino también con Roma, incluso con el despertar de Bizancio.
Pero, lo más emocionante y lo que puede llegar a implicar un ingreso de conocimientos nuevos tras visitar esta muestra es la sustancia estrictamente africana de las culturas del Nilo, evidencia que con demasiada frecuencia se tiende a olvidar. El África honda regada por el Alto Nilo, la rotunda fuerza de las ideas de las gentes que habitaron en sus míticas fuentes donde, sin duda, tuvo su origen el primer Paraíso, resuenan con la energía del genio humano en clave africana, tras cada objeto que este festival artístico, digno de ser contemplado y celebrado, hace destellar en su primigenio esplendor.
La exposición Nubia, los reinos del Nilo en Sudán, se puede visitar los días laborables entre 11.00 y 20.00. Los domingos y festivos, de 11.00 a 14.30. Los martes la exposición cierra. La entrada es gratuita y se expone en la calle de Serrano, 60.
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