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Chillida-Leku inaugura 'Momentos' con la obra íntima y pequeña del escultor

Tres grandes exposiciones proyectan este otoño la obra del artista en Europa

El Chillida más íntimo, el que trabaja explorando en el pequeño formato y modelando con distintos materiales para llegar a esa línea que luego está en el resto de su obra, es quien se muestra en Momentos, la segunda exposición temporal que organiza el Museo Chillida-Leku, diseñada por un hijo del escultor, Ignacio Chillida. Procedente de la colección privada de la familia, la exposición consta de terracotas (lurras), plantas xilográficas, grabados, collages y gravitaciones. El museo compensa así la cesión de parte de sus obras para tres magnas exposiciones del artista en Europa.

El Ermitage, de San Petersburgo, acogerá la primera muestra en Rusia del artista vasco

La sala de las Gravitaciones, la que el escultor concibió y bautizó como la "música de cámara", es la que acoge esta muestra, en la que se ha pretendido exhibir una parte de la obra de Chillida más acorde con este espíritu de intimidad y recogimiento. "En la obra de mi padre hay una parte que él hacía y controlaba directamente en su estudio, y otra que tenía que realizar en una fábrica con operarios en la que no tenía contacto con los materiales. El trabajo directo lo equiparaba siempre con esa música de cámara de los compositores, la obra personal que realizan frente a la música con grandes orquestas. Él siempre concibió esta sala para la obra pequeña, que tenía un gran significado por esa cercanía y proximidad a lo que está haciendo y que después se relaciona con el resto de la obra", explicó Luis Chillida.

Su hermano Ignacio, también pintor, ha diseñado la muestra, cuyas piezas han salido por vez primera del estudio del escultor para su exhibición pública. Con una intención didáctica, Momentos trata de reflejar el proceso creativo desde el convencimiento de que "las grandes obras no nacen grandes. Nacen de ideas que van desarrollándose desde tamaños pequeños, siguen, y llegan al momento final, donde se convierten o en una obra pública o en una gran obra", explicó Luis Chillida, director del museo.

La línea y el dibujo trabajados a través de los distintos materiales que el genial escultor utilizó a lo largo de su vida constituyen la constante en este proceso creativo, que se ha tratado de reflejar en la elegante y recoleta sala de la planta superior del caserío Zabalaga. Nueve lurras o terracotas trabajadas con óxido y pincel, alguna de ellas de un tamaño mínimo hechas con el mimo y la precisión de miniaturista, se exhiben junto a las planchas de grabado en madera de boj y en cobre que reflejan su trabajo como grabador, del que se muestran diez piezas.

La exposición contiene también dos dibujos de manos que han sido una constante en la producción del escultor, tan genial dibujante desde que era joven que él mismo se imponía la disciplina de dibujar con la mano izquierda. Además, diez gravitaciones, absolutamente características de su trabajo minucioso de estudio.

La exposición se completa con una colección de nueve fotografías de gran tamaño que muestran a Eduardo Chillida en diversos momentos de trabajo, especialmente con sus tierras o lurras, en los veranos que compartió con algunos amigos y geniales artistas en Saint Paul de Vence y en Grasse, localidades del sur de Francia.

Momentos es, además, resultado de la dinámica expansiva en la que está inmerso Chillida-Leku para dar respuesta a uno de los deseos del artista, el que proyecta su vocación de universalidad: "Que las obras se muevan y vayan a otros sitios para contribuir a su divulgación, de modo que quien quiera conocer a Chillida no tenga sólo que venir aquí, a su casa", explicó el director del museo.

Chillida-Leku vive un "otoño movido e ilusionante" al colaborar en tres magnas exposiciones que van a exhibir la obra del escultor vasco en Gran Bretaña y, por vez primera, en Rusia. Más de doscientas piezas, entre pequeñas esculturas y grabados -aunque ocho de gran formato viajarán al Yorkshire Sculpture Park en el Reino Unido-, saldrán de los fondos del museo para su exhibición fuera de España.

El Ermitage de San Petersburgo acogerá desde el próximo día 10 la primera exposición del creador en Rusia. Se denomina Chillida: Música callada, y en ella unas palabras de san Juan de la Cruz -"mi padre decía que los silencios en la música equivalen a los vacíos en el espacio"- condensan, a través del centenar de pequeñas piezas y grabados, la vital relación que Chillida mantuvo con la música.

El Yorkshire Sculpture Park, un museo al aire libre a la medida de Chillida, será el destino a partir del 18 de octubre de ocho obras de gran tamaño que por vez primera se exhibirán en el Reino Unido. Las acompañará una exhaustiva muestra de la obra del pintor auspiciada por la Fundación Henry Moore como institución organizadora.

El 21 de noviembre, la Fundación Miró de Barcelona presentará la primera retrospectiva del escultor tras su muerte.

Luis Chillida observa a través de la escultura <i>Emparantza (Esperanza)</i> en el parque del museo.
Luis Chillida observa a través de la escultura Emparantza (Esperanza) en el parque del museo.JAVIER HERNANDEZ
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