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El arzobispo de Viena dice que "el Papa se acerca a sus últimos días de vida"

El cardenal Christoph Schönborn, arzobispo de Viena, afirmó ayer que el Papa se acerca "a sus últimos días de vida". "Es completamente natural que una vida tan plena e intensa como la del sumo pontífice llegue un día a su fin, pero lo inusual es que lo haga bajo la mirada de la opinión pública", explicó Schönborn, quien llamó la atención sobre la crudeza de la cobertura periodística de la enfermedad del Papa. "Los medios de comunicación muestran sin compasión" que Juan Pablo II no puede retener la saliva, debido a su enfermedad de Parkinson, lo que resulta "en parte muy humano, pero también chocante", señaló. El resultado, en palabras del cardenal austriaco, es que la gente ve a un Papa "que está enfermo, discapacitado y muriéndose". "No sé cuándo morirá, pero sí que está en los últimos días y meses de su vida", afirmó.

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Durante la entrevista que emitió la radio austriaca Ö1, el cardenal austriaco elogió la postura del sumo pontífice como una "imagen opuesta a la obsesión casi religiosa que muestra la sociedad de hoy por la salud".

El portavoz del arzobispo, Erich Leitenberger, quiso dulcificar los efectos de las palabras de Schönborn y pidió que se consideren, desde un punto de vista filosófico". De hecho, Schönborn había hablado del "carácter profético" de varias acciones de Juan Pablo II desde que fue elegido como primer sumo pontífice eslavo el 16 de octubre de 1978. Una de sus acciones admirables es la forma de no ocultar sus dolencias. Otras son, según Schönborn, su primera visita a Polonia, su país natal; su discurso ante 80.000 jóvenes musulmanes en Casablanca, invitado por el rey de Marruecos; su visita al Muro de las Lamentaciones en Jerusalén y su reacción al sobrevivir a un atentado el 13 de mayo de 1981.

Calma vaticana

Frente a las palabras del cardenal austriaco, el Vaticano se esforzó ayer por desdramatizar la situación. El secretario personal del Papa, monseñor Stanislaw Dziwisz, ironizó con que numerosos periodistas que en el pasado anunciaron su mal estado de salud han muerto antes que él. Y en relación con las declaraciones de Joseph Ratzinger publicadas por la revista alemana Bunte, anunciando que "el Papa está mal", Dziwisz señaló que el cardenal alemán "lloró" al verlas.

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