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EL 'CASO WILSON'

Sadam hizo creer a EE UU que tenía armas, según la CIA

David Kay, el jefe del equipo de la CIA que busca restos o indicios de los programas de armas de destrucción masiva en Irak, tiene previsto presentar hoy ante los comités de inteligencia del Senado y de la Cámara de Representantes el informe provisional sobre su misión. Fuentes próximas a Kay, citadas por The Washington

Post, aseguran que una de las hipótesis que desarrollará es la posibilidad de que Sadam Husein jugara de farol, en la fase anterior a la guerra, intentando hacer creer que contaba con armas que en realidad no tenía.

La explicación de Kay, según las mismas fuentes, se basaría en las comunicaciones interceptadas por los servicios estadounidenses de espionaje entre Sadam Husein y su círculo más próximo. En esas comunicaciones, si la hipótesis tiene solidez, el dirigente iraquí habría dado autorización a determinados mandos, como Alí, El Químico, para utilizar armas de destrucción masiva contra las tropas de EE UU en caso de guerra.

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Se espera que Kay, que está al frente de un equipo en el que participan más de 1.200 personas y que no ha sido capaz de encontrar nada en los últimos cinco meses, diga a los congresistas que la amenaza de las armas era real y que el régimen no perdió ninguna oportunidad de desarrollar sus programas ni de ocultar pruebas de su existencia.

"Asunto urgente"

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Por su parte, el Senado comenzó ayer a debatir en plenario la petición de la Casa Blanca de 87.000 millones de dólares para el despliegue militar de la ocupación (67.000 millones) y la reconstrucción de las infraestructuras, un debate bajo la señal de "asunto urgente", como lo calificó en la apertura el senador republicano Thad Cochran. El martes, el Comité de Apropiaciones del Senado votó a favor de la petición, anticipando lo que ocurrirá cuando la propuesta sea sometida al pleno.

En la comisión, ninguna de las enmiendas demócratas fue aceptada, pero una de ellas, que no sobrevivió por un solo voto de diferencia, podría ser tenida en cuenta: la posibilidad de considerar parte de los 20.000 millones para la reconstrucción como préstamos en lugar de como ayuda, préstamos que serían devueltos a EE UU cuando se restablezca la producción de petróleo de Irak. Los demócratas no cuestionan todavía el gasto militar que, en palabras de su jefe de filas en el Senado, Tom Daschle, "podríamos aprobarlo hoy mismo", pero critican el de la reconstrucción. La Casa Blanca está en contra de la fórmula de los préstamos, pero algunos congresistas republicanos, escandalizados por las cantidades que se manejan en tiempos de crisis económica, creen que es una buena idea.

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