La vivienda nueva pierde metros útiles, gana espacio de ocio y se encarece hasta un 11%

La construcción de vivienda nueva aumenta en Valencia por encima del crecimiento vegetativo de la población. En 2002 se edificó un 19% más que el año anterior, porcentaje que se superará este año. La construcción, que toca techo en los barrios valencianos de Orriols, Campanar, Ademuz y Avenida de Francia, se desplaza ahora hacia Benicalap, Benimaclet, Patraix, Moreras y Quatre Carreres. Las nuevas promociones recortan la superficie media de la vivienda, aumentan las de espacios deportivos y de ocio y cuestan de un 9% a un 11% más, según la consultora CB Richard Ellis.

La construcción continúa su acelerado avance en la comunidad autónoma. Según el informe de la consultora inmobiliaria CB Richard Ellis, los precios de la vivienda nueva crecieron el año pasado entre un 9% y un 11% y la previsión es que lo sigan haciendo. El ritmo de construcción tampoco decrece. En 2002, la edificación creció un 19% y para este año se espera un porcentaje parecido.

Valencia y el resto de la comunidad autónoma han absorbido todas estas nuevas promociones, en parte porque un 30% del parque de residencias se ha vendido como inversión -sólo en la ciudad se calculan en 30.000 los pisos vacíos-, la mayoría sobre plano. La ciudad de Valencia absorbe en estos momentos entre 5.000 y 6.000 viviendas al año, una cantidad respetable si se tiene en cuenta que el crecimiento vegetativo de la población no supera el 0,2% y que el saldo migratorio se sitúa en 14.000 personas. A estos crecimientos les correspondería la construcción de unas 3.000 o 4.000 unidades por año, según Richard Ellis.

La promoción en Valencia ciudad se desplaza además hacia la periferia. La construcción residencial en barrios como Orriols, Avenida de Francia, Campanar o Ademuz está prácticamente agotada y la nuevas bolsas de suelo se localizan ahora en Benicalap, Benimaclet, Patraix Moreras y Quatre Carreres. Por el contrario, la oferta de segunda mano se concentra en Ciutat Vella, Mestalla o Viveros. "En el área metropolitana, así como en las otras capitales de la Comunidad, la situación es similar e incluso más desbordante por la demanda de segunda residencia en zonas turísticas", observa la consultora.

El boom de la construcción también ha provocado cambios sociológicos. Así, los promotores sacrifican superficie útil en la primera vivienda a cambio de garajes, trasteros, piscinas y espacios verdes y deportivos. Si hace unos años los pisos nuevos disponían de 110 metros cuadrados de superficie útil y cuatro habitaciones, ahora son de 80 y tres habitaciones. En las segundas residencias se repite el fenómeno. Éstas han pasado de 100 a 70 metros cuadrados de media y de tres a dos habitaciones.

Yolanda Lozano, responsable de la división residencial de Richard Ellis, descartó la posibilidad de futuras caídas en los precios de las construcciones.