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Reportaje:

Giro a la derecha de 'El ala oeste'

Asesores de Reagan y Bush "equilibrarán políticamente" la premiada serie estadounidense

Javier Casqueiro

The west wing (El ala oeste de la Casa Blanca), la serie dramática triunfadora de los últimos Emmy basada en las peripecias de un idealizado presidente demócrata de Estados Unidos, será un poco menos "el ala izquierda". Los productores quieren "equilibrarla políticamente" en la quinta temporada -que comenzó la semana pasada en la NBC-, para tener más en cuenta la visión republicana presente en la Casa Blanca. Y para ello han completado el equipo de asesores del demócrata Bill Clinton con ex colaboradores de Ronald Reagan y de Bush padre.

Afamada y laureada, con un completísimo elenco de actores de primera fila, El ala... era acusada por algunos sectores de "excesivamente liberal y demócrata". Y por si fuera poco, el papel protagonista, el de un ficticio presidente demócrata, Josiah Jed Bartlet, está en manos de Martin Sheen, uno de los actores más identificados con la izquierda progresista en Estados Unidos.

Sheen, nacido Ramón Muñoz y de padre español, sigue criticando diariamente las políticas "lunáticas" imperantes en la Casa Blanca bajo el mandato real de George W. Bush. Para muchos especialistas y fanáticos de la serie, Sheen encarna con pasión los valores, destrezas y méritos del cada vez más añorado y mitificado mandato de Bill Clinton, pero "sin sus debilidades y sin Monica Lewinsky". Otros prefieren imaginar el modelo de Al Gore que podría haber sido y nunca será.

La perspectiva republicana se colará en las intervenciones de algunos invitados, como ya se pudo ver en el primer capítulo. El nuevo productor ejecutivo, John Wells, lo reconoció recientemente: "La gente podrá ver al nuevo líder de la mayoría republicana en el Congreso [papel interpretado por el cómico John Goodman], y la visión conservadora estará mucho más representada en el show". Wells reveló que en algunos episodios se abordarán asuntos de política internacional muy relacionados con los conflictos reales en que está inmerso Bush (como la crisis en Oriente Próximo), sin tomar una posición marcada, sino con la intención de enseñar "cómo de complejos son algunos problemas y cómo muchas veces no hay elecciones o soluciones fáciles".

La declaración de intenciones de Wells no es nueva. El anterior productor ejecutivo y creador de la serie, Aaron Sorkin -que dejó el proyecto en mayo pasado al finalizar la cuarta temporada tras algunos problemas aún poco claros-, asegura que él también intentó contemplar el mundo republicano. Y llegó a contratar a algún miembro de ese partido como asesor, aunque luego los relegó al olvido. No pasaba lo mismo con los que procedían del equipo de Bill Clinton, como Dee Dee Myers o Gene Sperling. Para equilibrar el panel, Wells ha empleado al anterior jefe de gabinete de Ronald Reagan, Ken Duberstein, y a expertos en discursos del propio Reagan y de Bush padre.

El ala... acaba de ganar su cuarto Emmy consecutivo al mejor drama, igualando el récord de Canción triste de Hill Street y batiendo contra pronóstico a Los Soprano. En España, TVE compró los derechos de emisión pero todavía no los ha usado.

Martin Sheen, a la derecha, en el Despacho Oval junto a sus asesores, entre ellos Rob Lowe (izquierda).
Martin Sheen, a la derecha, en el Despacho Oval junto a sus asesores, entre ellos Rob Lowe (izquierda).

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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