Argentina, en observación

Los dividendos han vuelto a cobrar importancia en la Bolsa. Las empresas han encontrado en su reparto un marchamo de calidad con el que atraer a nuevos accionistas y, además, evitar fuertes caídas de su valor cuando los mercados apuntan a la baja.

El acuerdo alcanzado entre el Gobierno argentino y el Fondo Monetario Internacional (FMI), por el que este país entra en la vía de poner fin a la mayor suspensión de pagos de la historia, ha levantado sólo un ligero optimismo entre las empresas españolas. El compromiso del presidente Kirchner de revisar tarifas y concesiones públicas apenas levanta entusiasmo en compañías como Endesa, Telefónica o Aguas de Barcelona, cuyos directivos aun recuerdan los adjetivos que el el presidente les brindó -"quejicas y llorones"- en una reciente visita a Madrid.

Los empresarios apenas esperan gran cosa de las tarifas, tras dos años de congelación y de haber sufrido los efectos de la pesificación de la economía, pero sí valoran, y mucho, el retorno de la seguridad jurídica.

De entra todas, es Repsol-YPF la que más optimisma parece tras ver solución a dos de sus importantes problemas: los impuestos a la exportación de crudo y los precios de gas a pie de pozo. Telefónica está a la espera de ver en qué quedan los nuevos planes de Argentina tras haber perdido 1.337 millones de euros, mientras los bancos no han logrado un compromiso concreto para que les resarzan los 2.397 millones de dólares que debieron pagar a los depositantes por la conversión de sus ahorros a pesos.

Con todo, el acuerdo con el FMI, que pasa por una quita en la deuda, que el gobierno argentino pretende que sea del 75%, abre la puerta del país para regresar al circuito financiero internacional del que salió tras la suspension de pagos de finales de 2001.