Rambla redobla la apuesta por el 'modelo Alzira' y aboga por controlar el gasto

El consejero de Sanidad, Vicente Rambla, echó mano al "no cabe hablar de sanidad pública o privada, sino pública, gratuita y universal" para redoblar su apuesta por el modelo Alzira, la gestión privada de centros de titularidad pública, en su comparecencia de las Cortes de ayer en las que expuso sus líneas de gobierno para los próximos cuatro años. Rambla recordó que impulsará este modelo en los centros de salud de la Ribera, pero también en el futuro hospital de Torrevieja, de Dénia "y en los que se tengan que construir".

Las propuestas que lanzó ayer el consejero fueron, como el propio responsable de la sanidad valenciana admitió, de continuidad respecto a las medidas emprendidas por su predecesor en el cargo, Serafín Castellano. Aunque hizo especial hincapié en las medidas de contención del gasto y el freno que esto supone para sacar adelante sus intenciones: "La Generalitat tiene muy presente cuáles son las limitaciones que padece el sistema sanitario y por ello ha programado y programará actuaciones financieramente sostenibles y que permitan la mejora progresiva de la sanidad".

Entre los proyectos comentó Rambla se encuentra el de premiar económicamente a los centros hospitalarios que "mayoritariamente sean elegidos por los ciudadanos por su mayor calidad asistencial". De esta forma, a mayor número de enfermos seguiría una mayor dotación presupuestaria, de forma que "el dinero siga al paciente" y se consiga una "mayor incentivación" en la consecución de objetivos asistenciales. Esta medida forma parte de una vieja aspiración de las consejerías gestionadas por el PP que nunca se ha puesto en práctica, junto con la "autonomía plena de gestión de los hospitales". El consejero aludió también al desarrollo de otros proyectos anteriores como el de la Agencia Valenciana de Salud, incluida en la Ley de Ordenación Sanitaria, aprobada hace meses, o los centros de investigación en marcha: el centro de biomedicina, de oftalmología, de Salud Pública y de neurociencias.

Entre los medios para controlar el gasto, además de los planes de potenciar las dosis unitarias de medicamentos o genéricos, el responsable de Sanidad anunció su intención de que sea necesario el uso de la tarjeta sanitaria para la dispensación de medicamentos, de modo que las farmacias capturarán los datos de la tarjeta sanitaria, así como las referencias del código de barras de la especialidad y de la receta.

En su réplica, la portavoz de Sanidad del PSPV, Encarna Llinares, acusó al Gobierno del PP de "vender a precio de saldo" la sanidad pública, y de tener un "programa oculto" para privatizar los hospitales públicos. Llinares aseguró que los problemas sanitarios "no se solucionan con palabras y grandes planes, sino con dinero" y reclamó a Rambla la financiación con la que pretende apoyar sus planes. En este sentido, señaló que hasta 17 planes anunciados hasta ahora por la consejería tienen consignados "cero euros". El portavoz de Sanidad de L'Entesa, Alfred Botella, insistió en la potenciación de las privatizaciones. Consideró los planes de la Consejería de Sanidad como el "inicio de un giro hacia el abismo", que constata, a su juicio, el mantenimiento de un modelo basado en el "negocio privado a costa de la salud de los ciudadanos", en referencia al impulso de la gestión privada.