El FMI pide que los tipos de cambio de las monedas ayuden a la recuperación económica
El director del Fondo expresa su preocupación por el déficit de algunos países
El director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Horst Köhler, exhortó ayer, al cerrar la asamblea anual, a que los tipos de cambio de las principales monedas contribuyan al "ajuste ordenado de los desequilibrios" que amenazan la recuperación de la economía internacional. Köhler expresó su confianza en que los mercados de cambios "se calmen" después de las turbulencias de los últimos días, que provocaron la bajada del yen japonés y la reacción adversa de las autoridades niponas, y mostró preocupación por los déficit de algunos países.
Los funcionarios del Fondo Monetario Internacional, del Banco Mundial y muchos banqueros comenzaron a abandonar los Emiratos Árabes Unidos el pasado martes, día 23.
Ayer, el éxodo fue casi completo. La reunión anual de Dubai -cada tres años la asamblea se celebra fuera de Washington, y la próxima será en Singapur, en el año 2006- ha sido un oasis de tranquilidad, inmune a las protestas del movimiento antiglobalización, que tuvo uno de sus puntos más altos en el encuentro celebrado en Praga, hace tres años.
Los últimos informes del Banco Mundial describen una situación casi dramática, de pobreza y desigualdad, el caldo de cultivo de la violencia y el terrorismo en Oriente Próximo, situación que los delegados no han podido apreciar. Dubai es una ciudad de centros comerciales, automóviles de lujo, rascacielos y toda la opulencia que se puede trasplantar de las grandes urbes del mundo.
El director del Fondo Monetario Internacional expresó ayer su confianza, al clausurar la asamblea del organismo con su tradicional rueda de prensa, en que "los desequilibrios que constituyen riesgos para la recuperación en curso se resuelvan ordenadamente".
Horst Köhler ha reiterado su preocupación por el déficit que presenta la cuenta corriente de la balanza de pagos de países que, como Estados Unidos, son el motor de la recuperación económica.
"Ha existido un entendimiento de que los tipos de cambio pueden también contribuir al ajuste ordenado de los desequilibrios. Pero, ciertamente, no podemos lograr el ajuste de los tipos de cambio con empujones, clarinazos públicos y presión organizada", dijo Horst Köhler.
Sin embargo, fue el G-7, el foro de los países más ricos del mundo, el que en un comunicado público insinuó el pasado fin de semana, de manera casi explícita, la necesidad de que Japón, China y los países asiáticos revalúen sus monedas para dar un respiro a las economías de Estados Unidos, la Unión Europea y Canadá, cuyas monedas están asumiendo, en opinión de los países más ricos, el peso de la carga de los desequilibrios mundiales.
Köhler se la juega
El apoyo de Horst Köhler al acuerdo con Argentina es una apuesta que, según fuentes del FMI, puede tener efectos sobre su reelección como director gerente del organismo, dentro de año y medio.
"Se la está jugando. Porque si por alguna razón las cosas van mal o el plan no se puede cumplir, su posición tan favorable a Argentina puede plantear problemas para su candidatura", dijo un director ejecutivo del Fondo a este periódico.
Pero Köhler es un político. El apoyo al acuerdo con Argentina ha sido promovido por la Administración Bush, a quien Köhler corteja especialmente. Y, sobre todo, en temas como Irak. Ayer, después de que el martes 23 el presidente George W. Bush rechazara en la Asamblea General de Naciones Unidas cualquier transferencia rápida de poderes en Irak, Köhler exhortó en Dubai a que "los líderes mundiales dejen a un lado sus diferencias y logren un consenso de modo que el FMI y el Banco Mundial y otros puedan ir a Irak para trabajar juntos. Esto es lo que se necesita urgentemente".
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