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Zenarruzabeitia critica la filosofía de déficit cero que viene aplicando

Vicepresidencia asegura que no va a alterarse la política de estabilidad

La vicelehendakari, Idoia Zenarruzabeitia, lanzó ayer un ataque a la "rigidez" en estabilidad presupuestaria y apostó porque, en momentos de menor crecimiento, las Administraciones tiren de la economía como están haciendo Alemania y Francia a costa del déficit público. Fuentes de Vicepresidencia matizaron que las palabras de Zenarruzabeitia van contra los dogmas en economía, pero que no anuncian un cambio de la política aplicada. El Gobierno, como recordó ayer la propia Zenarruzabeitia, ha sido precursor e impulsor del modelo de déficit cero que ayer censuró.

Las palabras de Zenarruzabeitia expresadas en el la inauguración del V Foro Profesional de Finanzas y Tesorería para Directivos, organizado por la Sociedad de Garantía Recíproca Elkargi en Bilbao, chocan directamente con la política de equilibrio presupuestario que predica e impone en España el Gobierno de José María Aznar. El Ejecutivo español ha criticado duramente la vulneración del Plan de Estabilidad por parte de Alemania y Francia, cuyo déficit público supera el 3% del PIB. Tradicionalmente, el Gobierno de Ibarretxe ha coincidido plenamente con la doctrina de déficit cero y se ha ufanado de cumplir de manera ventajosa las exigencias del Plan de Estabilidad.

Las manifestaciones de Zenarruzabietia podrían abrir otro frente de confrontación con la Administración central en caso de que se llevarán a la práctica, aunque la comunidad autónoma se sitúa, gracias al Concierto Económico, fuera de la facultad de control que la Ley de Estabilidad Presupuestaria concede al Gobierno central para imponer la estabilidad presupuestaria al resto de las administraciones públicas. De hecho, un tema de negociación pendiente entre Madrid y Vitoria es la fórmula para garantizar el cumplimiento en Euskadi de la ley de Estabilidad. Este punto no se ha analizado aún por la Comisión Mixta del Concierto, dado que hay un conflicto previo por la liquidación del cupo de 2001, del que el Gobierno vasco ha retenido 32 millones de euros.

Zenarruzabeitia, no obstante, aseguró ayer que la revisión doctrinal expuesta no rompe con la política aplicada hasta ahora. "No significa que no compartamos el principio de estabilidad presupuestaria. Desde el Gobierno vasco hemos cumplido con creces todos los acuerdos firmados es este sentido y somos un modelo en ese aspecto". El sindicato mayoritario, ELA, ha criticado reiteradamente al Gobierno de Ibarretxe de practicar una política "neoliberal", por cerrar con superavit los presupuuestos y reducir el gasto social.

"No debe ser un dogma"

La vicelehendakari precisó en Bilbao que la estabilidad "no debe ser un dogma de fe mantenido a machamartillo, estrechando el margen de maniobra de todas las administraciones públicas, haciendo abstracción de las diferentes situaciones". Zenarruzabeitia abogó por escuchar "a los altos responsables de los más reputados organismos internacionales, que están lanzando el mensaje de que quizá habría que flexibilizar las exigencias del Pacto de Estabilidad y crecimiento para romper el estancamiento de nuestras economías". En este sentido, vio lógicas las inversiones públicas lanzadas por países en dificultades como Francia y Alemania e indicó que las administración de de "reequilibrar" la economía.

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Reconoció que la desaceleración mundial también ha afectado a Euskadi, cuya tasa de crecimiento ha bajado el listón del 3%. Recordó, no obstante, que desde 1996 hasta 2003 el crecimiento acumulado de la economía vasca ha superado en cinco puntos el registrado en el conjunto de España y en más de trece puntos el de la UE. En el primer semestre de 2003, el crecimiento de la economía vasca se ha situado en un 2,2%, mientras que el de la UE en el mismo periodo ha sido 0,2%. Zenarruzabeitia no solo criticó el exceso de dogmatismo del Gobierno del PP, sino que insinuó que su modelo de desarrollo no es "sano, equilibrado y justo" y que no se debe "crecer por crecer". En este sentido, criticó que la aportación del sector de la construcción al PIB en España ronde el 25% y apuntó el peligro de que "esa hipotética burbuja inmobiliaria se desinfle" y afecte a la recuperación económica.

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