La mayoría de los californianos quiere la destitución de su gobernador
Los partidarios de que Gray Davis abandone su cargo de gobernador de California han disminuido, pero la mayoría de los californianos votará a favor de destituir al impopular político demócrata en la elección especial prevista para el próximo 7 de octubre, pendiente aún del fallo de un tribunal de apelación, según una encuesta publicada ayer.
El Public Policy Institute de California, institución que difundió el sondeo, también indicó que el actual vicegobernador demócrata, Cruz Bustamante, contaría con una ligerísima ventaja para suceder a Davis, ya que tendría el apoyo de un 28% de los votantes, pero seguido muy de cerca por el republicano y archiconocido actor Arnold Schwarzenegger, que sumaría el 26% de los votos. Pero como el sondeo, realizado sobre una muestra de 1.033 hipotéticos votantes entre el 9 y el 17 de septiembre, tiene un margen de error de tres puntos porcentuales, la situación es de empate técnico.
Mientras que una mayoría dijeron que prefieren destituir a Davis, esa opción ha bajado hasta un 53%, frente al 58% de un sondeo previo de hace un mes. "Mientras que la desconfianza y la rabia permanecen bastante calientes -y la mayoría todavía está a favor de deshacerse del gobernador Davis-, el entusiasmo por lograr su destitución se está enfriando un poco", afirmó Mark Baldassare, director del sondeo. "Cada vez menos votantes ven en el proceso de destitución como una vía para solucionar sus problemas".
Davis afronta una campaña para para destituirle puesta en marcha por el Partido Republicano con el argumento de su mala gestión de las debilitadas finanzas de California. Los votantes se encontrarán con una papeleta doble: primero deberán contestar si quieren destituir a Davis y, segundo, quién quieren que le reemplace.
Los resultados del sondeo publicado ayer llegan un día antes de que un tribunal federal de apelaciones se pronuncie sobre la decisión judicial de retrasar la votación, prevista en principio para el 7 de octubre, ante la preocupación de que el sistema electoral californiano está obsoleto y no ofrece las debidas garantías.
